l alcalde de Hernani, Xabier Lertxundi, y el concejal de Urbanismo, Mattin Aldaia, explicaron este martes las afecciones a la ciudadanía, sobre todo a los vecinos de Karabel, de las obras que Renfe llevará a cabo a partir del 18 de enero. El fin de esta intervención, que durará trece meses, es convertir la parada del tren de cercanías del centro en una estación segura, moderna y accesible.

Según señaló el alcalde, en la reunión que mantuvieron con los residentes en Karabel estos se mostraron “resignados” ante las obras que se llevarán a cabo hasta marzo de 2022. “Es una obra que Renfe venía anunciando desde hace años, ya que es muy necesaria”, apostilló.

Los trabajos se dividirán en tres fases y la más complicada y la que más alteraciones provocará a la ciudadanía será la primera de ellas, la que durará de enero a junio.

Según explicó Aldaia, será necesario construir “un cajón” a través del cual se podrá acceder a los andenes. No obstante, este cajón se construirá en el exterior, en la calle Oleta y después se irá moviendo hasta colocarlo en su ubicación final. Esta parte de la obra durará dos meses.

Para poder llevar a cabo esta intervención será necesario suprimir 40 plazas de aparcamiento, las más cercanas a las vías del tren. La calle Oleta se convertirá en una vía de doble dirección. Para paliar la falta de aparcamiento, el Ayuntamiento de Hernani acondicionará una parcela de su propiedad enfrente del campo de fútbol de Zubipe. Además, en la vía que va desde Zubipe a Landare se podrá estacionar en línea. Así se adecuarán alrededor de 45 plazas.

Además, Renfe cortará el camino peatonal que discurre junto a las vías y que conecta Karabel con Portu. Así las cosas, el Ayuntamiento construirá un camino alternativo, paralelo a las vías y junto a las huertas, para no interrumpir esta conexión. Para ello, será necesario expropiar algunos terrenos. Además, quedará prohibido pasar por encima de las vías, hecho que sí sucede en la actualidad.

Una vez construida la estación habrá un paso nuevo que unirá Balantxa con Oleta, pero este se cerrará de noche. Los dos pasos que existen hoy en día se mantendrán, incluido el pasadizo.

No obstante, el Consistorio reconoció que hay un tercer inconveniente para el que no hay un remedio y es el ruido. De hecho, los trabajos se desarrollarán tanto de día como de noche.