ecepción y frustración. Son las sensaciones con las que se quedaron los responsables de la asociación de vecinos de Elitxu de Irun tras su último intento, durante el Pleno municipal de septiembre, de que el Ayuntamiento acometa la reurbanización de la calle Lapice. La moción de la asociación quedó rechazada entonces por los votos en contra del gobierno de coalición que conforman el PSE y Elkarrekin Podemos-IU en la localidad bidasotarra, alegando que existían otras actuaciones de mayor prioridad a las que destinar los recursos económicos disponibles en el momento.

El grupo municipal del PNV quiso rescatar ayer el proyecto, a colación del anuncio del gobierno de que, por primera vez desde 2009, el Consistorio recurrirá al crédito bancario, con una operación de seis millones de euros con la que se busca completar el presupuesto del presente ejercicio y potenciar en el 2022.

Para los jeltzales, el deterioro de la calle Lapice, Elatzeta y su entorno, en pleno corazón del barrio de Elitxu "es muy evidente, no hace falta explicarlo", pues se trata de una urbanización en la que prácticamente no se ha actuado desde que se construyó. La formación también recuerda que existen informes de Servicios de Txingudi que indican también el deterioro de las redes de abastecimiento y saneamiento de aguas.

Por tanto, para el principal grupo de la oposición irundarra se trata de una actuación "oportuna y necesaria". Asimismo, el proyecto para la reurbanización ya está redactado y disponible para su ejecución, para la que se prevé un presupuesto de unos 1,5 millones de euros.

En ese sentido, el grupo jeltzale instó ayer al Gobierno a incluir en el proyecto de presupuestos de 2022, que actualmente está en proceso de elaboración, la reurbanización de la calle Lapice y su entorno. "La partida económica podría dividirse en dos años y de esa manera este proyecto podría llevarse a cabo en este mandato", propusieron los jetzales.