La plantilla de Astilleros Balenciaga ha reclamado este jueves una respuesta inmediata a los inversores que pretenden adquirir la empresa, después de la parálisis en la operación y un deterioro creciente de su situación económica. En una rueda de prensa celebrada fuera del astillero zumaiarra, han intervenido Imanol Beloki, delegado de LAB en Balenciaga y David Tejera, delegado del Comité por parte de CCOO, mientras el resto de trabajadores ha respaldado las intervenciones.
Siete despidos y una reducción salarial del 25% y 50%
La plantilla ha subrayado que no es "responsable de los retrasos en el proceso de compraventa". Han recordado que ya el 22 de julio de 2025 dio su visto bueno a la oferta presentada por los inversores, siempre que se garantizara "la subrogación íntegra y el mantenimiento de las condiciones laborales existentes".
Durante septiembre y octubre, el personal fue informado de que la operación avanzaba, aunque requería "más tiempo". Sin embargo, el 12 de noviembre los inversores convocaron al Comité en Madrid para plantear siete despidos y una reducción salarial del 25%, y en determinados casos de hasta el 50%. El Comité rechazó estas exigencias, pero la plantilla ofreció una alternativa: "mantener sus condiciones actuales a cambio de una congelación salarial de tres años". A día de hoy, han asegurado, "aún no hemos recibido una respuesta".
El personal afronta una "situación límite"
A finales de octubre, la administradora concursal ya les había comunicado que la formalización de la compra estaba fijada por escrito para la semana del 17 de noviembre. Pese a ello, la operación continúa sin cerrarse, mientras el personal afronta una "situación límite".
Tras la finalización del ERTE el 22 de junio, se les concedió un permiso retribuido que "en la práctica no se está abonando". Llevan meses sin recibir su salario, acumulando deudas y viviendo "una incertidumbre que golpea duramente a nuestras familias".
Critican falta de "acompañamiento institucional"
La plantilla ha criticado también la falta de "acompañamiento institucional", excepto por parte del Ayuntamiento de Zumaia, y han alertado de que la ausencia de avances compromete "el futuro de un sector estratégico como la construcción naval, clave para la economía e industria".
Tejera ha recalcado que la línea roja del personal es "mantener los puestos de trabajo y las condiciones laborales". Ha recordado que existe un auto judicial que avala la oferta presentada en su día y que la plantilla ha actuado "cumpliendo la ley, con transparencia y discreción".
"Queremos que se firme cuanto antes con las condiciones ya establecidas"
Ha subrayado que el compromiso colectivo pasa por aceptar tres años de congelación salarial, pero no los recortes planteados. "Reajustar como nos dijeron es inaceptable", ha señalado. También ha añadido que, según la información que la que disponen y lo que "han leído", el protocolo de compraventa establece un plazo de veinte días para su firma, aunque desconocen si puede ampliarse. "Queremos que se firme cuanto antes con las condiciones ya establecidas", ha señalado, insistiendo en que la defensa del empleo es para la plantilla actual y "para quienes se incorporen en el futuro".