El próximo 23 de noviembre, domingo, en el espacio cultural Lekuona de Errenteria a las 19.30 horas, Landarbaso Abesbatza presentará LUX, un concierto concebido como un refugio. Tal y como explican desde la coral la música que han elegido para el recital "abraza, guía y trae claridad donde apenas quedan certezas".

Así las cosas, LUX propone un viaje desde la penumbra hacia la claridad, una experiencia que no se queda en lo musical, sino que busca tocar lo emocional. El director, Iñaki Tolaretxipi, lo define así: “LUX no es solo un concierto. Es una reflexión sobre la capacidad de la música para iluminar, con niños, jóvenes y mayores”. Un tránsito sonoro que invita a respirar, a detenerse y a dejar que las voces actúen como una especie de luz interior.

Por ello, el repertorio combina obras contemporáneas con piezas de gran belleza y profundidad, como O nata lux u O lux beata trinitas, escogidas por su capacidad para transmitir serenidad. La preparación está siendo intensa, pero también reveladora para el coro. “Cada ensayo es una oportunidad para profundizar en el significado del programa y conectar emocionalmente con lo que queremos transmitir”, explica el director.

Las tres formaciones corales

Uno de los pilares de este proyecto es la unión de las distintas formaciones del coro -Kontari, Dizdizka y Landarbaso- en un único pulso. Esa convivencia musical está dejando una huella especial entre sus integrantes. “Sentimos una conexión profunda entre los grupos, y cada uno está encontrando su manera de aportar luz al conjunto”, asegura Tolaretxipi. Ensayar LUX, añade, “está siendo también una forma de cuidarnos, de respirar juntos y de recordar que la música siempre tiene algo que decir”.

Las entradas están a la venta a cuatro euros para los adultos y a dos euros para los niños y se podrán comprar online en http://sarrerak.errenteria.eus y presencialmente en el mismo lugar del concierto desde una hora antes.

El impacto que desean lograr en el público también es claro. Landarbaso quiere que quienes acudan a Lekuona se dejen envolver por esta atmósfera y encuentren un espacio de calma. “Si alguien sale del concierto sintiendo un poco de paz, habremos conseguido nuestro objetivo”, afirma Tolaretxipi. Y en un lugar tan especial como Lekuona, esa vivencia se intensifica.