La ola de calor ha coincidido de lleno con las fiestas de Santa Isabel de Zumarraga, convirtiéndolas en las más abrasadoras y asfixiantes de la historia. La mejor muestra, el Gran Prix entre cuadrillas de la plaza de toros. Este año las vaquillas y los juegos han compartido protagonismo con los paraguas, las sombrillas, los abanicos, la bebida y los pulverizadores de agua. Los vecinos de Zumarraga le han echado imaginación y han llevado a la plaza de toros todo lo que podía ayudarles a hacer frente al sofocante calor.

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El Gran Prix de Zumarraga, bajo un sol abrasador NTM

Afortunadamente, el Gran Prix de Zumarraga no es una corrida en La Maestranza y no se va a lucir palmito ni a aparentar, por lo que el pantalón corto, las gafas de sol y las viseras han dominado el outfit.