“Si jugar en Europa era un sueño, jugar la Champions no te digo nada...”
El futbolista zumarragarra Dani García ha ganado la Liga y la Copa en Grecia, con el Olympiacos.
Al futbolista zumarragarra Dani García le costó llegar a lo más alto. Lo hizo con el Eibar, tras haber pasado por el Alicante y el Getafe B. Después, ganó una Copa y una Supercopa con el Athletic y esta temporada ha ganado la Liga y la Copa en Grecia, con el Olympiacos.
-¿Cómo se aficionó al fútbol?
Vivía al lado del estadio Argixao de Zumarraga y no bajaba mucho al pueblo hasta que cumplí 15-16 años. Cuando jugaba en el Urola, los compañeros bajaban al pueblo después de los partidos y yo me quedaba en Argixao.
-¿Qué son el Urola y el estadio Argixao para usted?
Son una parte muy importante de mi vida. Hasta que con 16 años me fui a la Real, solo conocía eso. He jugado en todas las categorías del Urola y he sido entrenador. También he arbitrado. Cada vez que el Urola me ha necesitado, he estado allí. En Argixao pasaba más tiempo que en la escuela.
-Del Urola fue a la Real. ¿Cómo recuerda los años pasados en la Real?
Fue una cosa bastante rara. Cuando empecé a jugar en el primer equipo del Urola todavía era juvenil y me llamaron de la selección de Euskadi. A mis compañeros de la selección de Euskadi también les pareció raro. “¿Quién es el que juega en el Urola?”, preguntaron. “Soy yo. El Urola es el equipo de un pueblo pequeño de Gipuzkoa”, respondí. Jugamos un torneo interautonómico contra Galicia y Asturias. Lo hice bastante bien y me llamaron para entrenar con la Real. Fue un choque, pues del Urola a la Real había un gran salto. No sabía si iba a dar la talla.
-La dio, pero no consiguió llegar al primer equipo.
Cuando subí a Primera con el Eibar, la Real quería que siguiera en el club, pero cedido a otro equipo. No me ofrecieron hacer la pretemporada con el primer equipo. A Yuri, en cambio, sí. En vista de ello, hablé con los responsables del Eibar. Llevaba dos temporadasa en el Eibar y les pedí que me ficharan. Era arriesgado, pues el Eibar podía bajar, pero consideré que era un paso que debía dar. Además, el Eibar me lo había dado todo. Allí maduré como persona y como futbolista.
-Tuvo que trabajar muy duro para llegar a la élite.
Hace poco mi amigo Oskar Martín y su pareja vinieron a visitarnos a Atenas. Oskar y yo jugamos juntos en Alicante. Su pareja comentó que desde entonces nuestras vidas han cambiado mucho. He trabajado duro para llegar a la élite, pero también he tenido suerte. Pero es verdad que he metido muchas horas. Cuando siendo aún jugador del Urola empecé a entrenar con la Real, entrenaba cinco días a la semana:dos con la Real, dos con el primer equipo del Urola y otro con el juvenil. Sabía que era una oportunidad que no podía dejar pasar. Fue un año importante para mí y salió bien. Después, he vivido de todo, Pero he sido insistente y eso ha sido fundamental.
-Quería llegar a la élite.
Quería ser profesional, en Segunda B o en Segunda. La Primera División la veía muy lejos, no te voy a mentir. No esperaba llegar mucho más arriba de la Segunda B, pero gracias al trabajo diario han surgido oportunidades y las he sabido aprovechar.
-Una de esas oportunidades fue jugar en el Athletic.
Cuando estaba en el Eibar, uno de mis objetivos era hacerlo lo mejor posible para algún día tener la oportunidad de jugar en el Athletic. Fichar por el Athletic fue cumplir un sueño. He vivido años maravillosos en ese gran club.
-Ha pasado de soñar con jugar en Segunda B a ganar la Copa en España y la Liga y la Copa en Grecia.
Ha sido un camino largo y he ido paso a paso. Cuando jugaba en Segunda B era feliz, cuando jugaba en el Athletic era feliz y en Grecia soy feliz. Hay que darle normalidad. Lo importante es ser feliz con lo que haces y lo que consigues. Las derrotas no se pueden tomar como grandísimos fracasos. Si siguiese en Segunda B, sería feliz. También si siguiese en el Urola.
-¿Cómo surgió la oportunidad de fichar por el Olympiacos?
Había tenido esa opción antes también. El año pasado les dije que no estaba claro si seguiría en el Athletic o no, y que quizá habría opción ir a Atenas. Algunos equipos de la Liga mostraron interés en ficharme, pero no quería jugar para mantener la categoría. Estar toda la temporada luchando por no bajar a Segunda División es muy duro. Con mi edad y mi trayectoria, no merece. Quería jugar en un equipo que pelease por ganar títulos. Y, sobre todo, jugar en Europa.
-¿Qué ha encontrado en Grecia?
Tanto en el club como en la calle nos han acogido muy bien. Estamos muy contentos en Atenas. Es una ciudad muy grande, pero en el centro se está muy bien. Nosotros vivimos en las afueras, en el sur. Es una zona de playas. Vivimos muy bien y ya tenemos cuadrilla. Lo peor de Atenas es el tráfico. En cuanto a los aficionados, son muy calientes. Cuando ganamos la Liga hubo incidentes. No lo entendí. ¡Fuera del fútbol no son así! Son tranquilos y amables.
-En Atenas se ha reencontrado con José Luis Mendilibar, el que fuera su entrenador en el Eibar. ¿Ha sido el entrenador más importante en de su vida?
Sí. En Eibar cambió la mentalidad de los jugadores y del club. Y con el Olympiacos ha ganado la Conference League, la Liga y la Copa. Gracias a él, otra vez estoy dando lo mejor de mí mismo. El año pasado no jugué todo lo que quisiera. Mendi me ha dado confianza y estoy dando la talla.
-El año que viene jugará la Champions League.
Si jugar en Europa era cumplir un sueño, no te digo lo que significa jugar la Champions League...
-¿Tiene intención de seguir jugando a fútbol durante muchos años?
De momento, el cuerpo me esta respondiendo bien. En la pretemporada tuve una lesión, pero no he vuelto a lesionarme. Mientras me encuentre bien, seguiré jugando a fútbol.
-Cuando cuelgue las botas, ¿entrenará a algún equipo?
Antes creía que seguiría en el mundo del fútbol, pero ya no estoy tan seguro. Los fines de semana quiero estar con la familia y con los amigos. De todos modos, no se puede saber.