La nueva etapa del quiropráctico beasaindarra Ander Olano
Bajo el nombre ARO, ha emprendido un camino que nunca hubiera imaginado: abrir su propia consulta
A veces, los planes de vida no se dibujan tal y como uno los imagina. Eso es algo que Ander Olano Usabiaga (Beasain, 1997) conoce bien. Aunque siempre tuvo claro que quería dedicarse alámbito sanitarioy ayudar a las personas, no fue hasta que vivió de cerca la experiencia de su aita con un quiropráctico cuando encontró el camino concreto que quería seguir. “Quería ser como él”, asegura.
Ver cómo aquel profesional mejoró notablemente la salud de su aita en un momento delicado le inspiró a convertirse en quiropráctico. Por ello, se formó en la séptima promoción del Barcelona College of Chiropractic, el único centro de formación superior especializado en quiropráctica que ofrecía esta carrera en el Estado. Su formación tuvo un marcado carácter internacional, ya que compartió aula con compañeros de diferentes países, lo que enriqueció mucho su experiencia personal y profesional.
Ver cómo aquel profesional mejoró notablemente la salud de su aita en un momento delicado le inspiró a convertirse en quiropráctico
Tras estudiar en Barcelona y trabajar allí durante un tiempo, Ander continuó su experiencia laboral en Donostia, en el Centro QuiroprácticoAna Echeveste, donde acumuló tres años de práctica, antes de decidir dar un paso importante: abrir su propia consulta en Beasain. Nunca había pensado emprender, pero la oportunidad surgió y la acogió con entusiasmo, apoyado por una familia con espíritu emprendedor, conocida por su carnicería y sus famosas morcillas.
Una nueva etapa
Así nació ARO, un proyecto que para Ander representa una nueva etapa vital y profesional. El nombre del centro tiene un significado muy personal: las letras A y R son de su nombre, AndeR, y la O de Olano, su apellido. Además, en euskera aro significa época, tiempo, etapa o periodo, y es justo eso lo que esta consulta simboliza para él.
Este nuevo comienzo refleja también una manera distinta de entender la salud y el bienestar, una filosofía que Ander resume con una idea sencilla: “¿Estoy bien? Sí, pero ¿por qué no puedo estar mejor?”. Para él, la quiropráctica no es solo una solución cuando aparecen dolores, sino una forma de prevenir problemas y mantener el cuerpo en equilibrio.
Desde su experiencia, explica que “desde el mismo momento del parto nuestro cuerpo ya sufre su primer estrés, y eso hace que el sistema nervioso no funcione al cien por cien desde el principio”. Por eso, su labor consiste en ayudar al cuerpo a funcionar mejor, optimizando el sistema nervioso, centrándose en la columna vertebral, que es la estructura principal que protege y conecta ese sistema, para que el cuerpo pueda adaptarse de forma natural a las dificultades que se presenten.
Para él, la quiropráctica no es solo una solución cuando aparecen dolores, sino una forma de prevenir problemas y mantener el cuerpo en equilibrio
El cuidado integral es un pilar fundamental para Ander. Por eso, ARO no solo se dedica a la quiropráctica. También ofrece un servicio de nutrición que lleva a cabo su hermana, Lierni Olano. Además, no descarta ampliar la oferta con nuevos servicios.
Primer balance: positivo
Aunque junto a la ilusión, el miedo a la incertidumbre acompañó sus primeros pasos como emprendedor, Ander ha hecho un balance positivo tras su primer mes de actividad en ARO. Y es que cada vez más personas en Beasain, y en la comarca de Goierri en general, se interesan por la quiropráctica, en parte gracias a la influencia que ejercen los deportistas de élite que la incluyen en sus rutinas.
Reconocimiento oficial
La quiropráctica, que nació en 1895 en Estados Unidos cuando Daniel David Palmer realizó el primer ajuste vertebral a Harvey Lillard, devolviéndole la audición, está plenamente integrada en sistemas sanitarios de Estados Unidos y buena parte de Europa. En cambio, en el territorio español todavía no cuenta con reconocimiento oficial, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoce como profesión sanitaria.