San Telmo brilla sin luz. Este lunes se celebra el Día de San Telmo en Zumaia. ¿Se ha ido la luz? Sí, pero la energía de los zumaiarras ha hecho que San Telmo no se apague. Aunque el susto ha durado alrededor de una hora, en el municipio costero se ha vivido un curioso equilibrio: un poco de preocupación por un lado y mucha fiesta por otro.
Centenares de personas seguían de fiesta, mientras que algunos comercios (suerte que es día festivo en Zumaia y la mayoría de ellos estaban cerrados) estaban apurados por lo que podía pasar con su género. Es el ejemplo del comercio Helados López, más popular como el Txurre, que se ha preocupado por las cámaras donde guardan los helados. "Voy a ir al obrador, espero que no dure mucho este apagón o lo que haya sido. Me estoy acordando de los valencianos con la Dana y pienso en qué mal lo pasaron allí. Aquí, al menos por ahora, la vida sigue".
Cerca del Txurre, en el frontón Odieta, había hinchables para niños, dentro de la programación de las fiestas, pero durante más de una hora han estado deshinchados. En otro lado, por el Eroski cercano al ayuntamiento, una señora comentaba desde el balcón a ver qué había pasado: "se me va a descongelar la comida del congelador. ¿Qué está pasando? No puedo ni llamar a los municipales. Estaba tumbada en una butaca eléctrica reclinable, ¡he hecho herejías para salir de allí. Sin electricidad no iba!", comentaba.
Otro joven estaba asustado por la situación del transporte público. "Tengo que ir a París. He venido a pasar los santelmos y justo hoy tengo que volver a Francia. A ver si se arregla pronto, que no quiero perder el vuelo: mañana tengo que volver a trabajar".
La mayoría, de fiesta
Por otro lado, en Erribera kalea, en Ondartxo plaza... seguían de fiesta. Los instrumentos de viento no necesitan electricidad, sólo un buen pulmón. Mucha gente seguía aglutinada bailando al son de la música y apurando el cañero, antes de que se calentara. Aunque la mayoría de gente se ha enterado del apagón, han soltado algún chiste y han seguido con lo suyo.
¿Kit de supervivencia?
Según ha sabido este periódico, las panaderías de Zumaia se han quedado sin pan. Alguno que otro también ha ido corriendo a por pilas a los establecimientos que había abiertos. ¿La cerveza? Se había gastado mucho antes. Y no por el apagón.