Una de las piezas que conforma la transformación del antiguo convento en un centro social es el bar-comedor. La Corporación municipal aretxabaletarra ha dado este jueves un paso decisivo con la aprobación por unanimidad en el Pleno del pliego de condiciones para la explotación de este servicio público.

La concejala de Bienestar Social, Nerea Zubillaga, ha insistido en que el establecimiento está pensado para “toda la ciudadanía”, aprovechando su ubicación estratégica dentro de un espacio que favorecerá la interacción entre generaciones. “Entre otras cosas, será uno de los pilares del ecosistema de cuidados que Aretxabaleta está completando de cara al futuro. Será un punto de encuentro para las personas que viven solas, para quien lo necesite y un nexo de unión intergeneracional”, ha indicado Zubillaga.

No en vano, el inmueble acogerá, a su su vez, el Espacio de Promoción de la Autonomía (ASE) para personas mayores, así como la oficina de la asociación de jubilados Basotxo, y una sala multiusos en la capilla abierta al pueblo. Todos estos recursos se enmarcan en un entorno que reúne las condiciones para que “jóvenes y mayores compartan espacio, y también las familias, convirtiéndose en un referente de actos culturales y populares que podrán desarrollarse en la propia capilla y en el jardín”, ha expuesto el Gobierno municipal.

La instalación del Espacio de Promoción de la Autonomía (ASE), dirigido a personas mayores. A.Dominguez.

La convocatoria parte de un estudio previo de viabilidad económica

El proceso de definición de las bases para la concesión de la gestión de este local hostelero se ha hecho, en palabras del alcalde Garikoitz Iturbe, “con todas las garantías posibles para que la convocatoria tenga éxito y, es por ello, que su puesta en marcha se ha demorado”. Previamente se ha realizado un estudio de viabilidad económica que ha dibujado el escenario posible que garantizaría el funcionamiento del bar y que, por tanto, determina los requisitos de su licitación.

Entre otras cuestiones, los pliegos fijan un canon mínimo de 4.000 euros al año por parte del adjudicatario, que “podrá ser mejorado en las ofertas presentadas”. Tras el visto bueno del Pleno, en “los próximos días” se publicará la licitación y se prevé que el contrato se pueda formalizar “antes de verano”, según han señalado los responsables municipales. Si todo marcha bien, el bar-comedorpodría abrir sus puertas “en julio”.

La cocina del bar. A.Dominguez.

Sus 200 metros cuadrados ya están ocupados con el mobiliario de sillas, mesas, de cafetería y cocina, salvo el menaje que, tal y como ha precisado el alcalde, “se comprará tras acordarlo con la persona adjudicataria”, al igual que el calendario de apertura y cómo va a funcionar el comedor.

Descuento del 20% para las personas jubiladas

Por su parte, para las personas jubiladas, que encontrarán en el bar un lugar donde “tejer sus relaciones”, la convocatoria recoge la obligatoriedad de aplicar al colectivo un descuento del 20% en algunas consumiciones. Para compensar esta rebaja de precios, el Consistorio abonará a las personas que regenten el establecimiento una cantidad que se calcula en 15.000 euros anuales.  

La sala multiusos, ubicada en el espacio que albergó la capilla, será el escenario de distintas actividades. A.Dominguez.

El resto de las obras están concluidas

En lo que respecta al conjunto de las obras, están concluidas y equipadas las instalaciones de los diferentes servicios. “Faltan los últimos flecos; temas de documentación. Los trabajos empezaron junto con los del centro sociosanitario y todo apunta a que la apertura va a coincidir en el tiempo. Será en un plazo corto, pero es difícil determinar cuándo”, ha concluido el edil Ion Albizu.