“Hay diversos modos de homenajear a una persona. Pilar pintaba acuarelas y supimos que había dejado muchas láminas en su domicilio. Así que siendo la pintura una de las múltiples facetas que abordó y practicó, consideramos una bonita excusa el realizar una exposición pública de estos trabajos para que la gente supiera de la grandeza de una mujer humilde”, manifiestan las promotoras de la muestra póstuma que rinde tributo a la memoria de Pilar Ansoategi Iribekanpos (1947-2020). Las acuarelas que salieron del pincel de esta arrasatearra visten las paredes del claustro de Kulturate hasta el 27 de febrero.
Marifran Arana, Edurne Arregi, Klara Elkorobarrutia, Ana Rosa Etxeberria, Amaia Iturriaga, Idoia Salaberri, Nekane San Miguel y Marije Zabarte se han propuesto que el recuerdo de su amiga Pilar perdure. “No queremos que pase al enorme espacio del olvido”, declaran.
Encuentros en el bar Belun
Explican que conocían a Pilar “de siempre”, aunque fue en los últimos años de su vida cuando trabaron una relación “más estrecha”. “Nos reuníamos en el bar Belun de Garagartza. En aquellas meriendas-cenas compartíamos vivencias y opiniones, quizás con y por nostalgia de los tiempos en que participamos de la Asamblea de Mujeres de Arrasate. Charlas y discusiones, vehementes en muchas ocasiones, a través de las que descubrimos una mujer fuerte, con una amplia cultura, generosa, con una mirada inteligente y brillante, no exenta de fino humor e ironía, que le permitía realizar aceradas críticas sin herir”, destacan sobre la persona de Pilar, que fue “hija, hermana, compañera, madre, feminista, pintora, librera y militante en tantas causas y espacios”.
Sabían que estaba enferma. Unos años atrás Pilar había superado un cáncer agresivo. “Estábamos seguras de que también iba a poder con la enfermedad en esa ocasión, pero se nos fue en 2020. Quisimos ofrecerle un funeral cariñoso en el camposanto de San Cristóbal, pero nos quedó una sensación de vacío, y no solo por el inmenso hueco que nos ha dejado su muerte, sino porque aquel pequeñísimo homenaje nos pareció escaso para la inmensidad de esta mujer”, insisten.
Vivencias parecidas
En la inauguración de la exposición que tuvo lugar en la tarde de este jueves se rememoraron, al igual que en el breve catálogo que se ha editado, varios pasajes de la vida de Pilar que, en palabras de sus amigas, sirven para que “mujeres de su generación se sientan reconocidas porque tuvieron vivencias parecidas, quizás no en todos los ámbitos, pero sí en alguno de ellos”.
“Recordarán cómo condicionó el ambiente de aquellos años a las mujeres en general, y a las nacidas en el seno de familias trabajadoras en particular. Pese a los límites que se imponían desde el poder, Pilar supo y pudo abarcar ámbitos diversos. Residió siempre en Arrasate, y se esforzó por lograr una sociedad mejor, más solidaria, igualitaria y justa”, recalcan las impulsoras de la iniciativa.
"Sabía escuchar y su generosidad era inmensa"
Para recabar material con el que nutrir este homenaje, han contado con la colaboración de personas que, “entre las variadas capacidades de Pilar, han subrayado dos: era una persona que escuchaba, que sabía cómo hacerlo con respeto, sin interrumpir a quien sentía la necesidad de vaciar su interior. Y, por otro lado, su inmensa generosidad. Ayudó en cuanto pudo y a toda persona que lo precisara”, concluyen.
La faceta artística de esta arrasatearra se pone ahora el alcance de todos y todas para su disfrute en Kulturate.