La residencia Santikutz de Legazpi acoge una exposición de una de sus residentes: Kontxi Murgiondo. Esta mujer de 80 años ha comenzado a dibujar como ejercicio y pasatiempo y sus trabajos han gustado tanto que han decidido exponerlos.

Murgiondo nació hace 81 años en Zumarraga y cuando era una niña su familia se trasladó a Legazpi. Eran cuatro hermanos: Ramón (fue portero del Ilintxa y del Eibar y entrenador del Ilintxa), Primi (hizo de Olentzero y Baltasar durante muchos años), Manolo y ella. Primi falleció el año pasado.

En su juventud, Kontxi fue a Lille (Francia) a trabajar de criada. Allí conoció a Manolo Salmerón, un andaluz de Almería que acabó en Lille tras pasar por Barcelona.

El año 1968 vinieron a Legazpi y tuvieron dos hijos: Gorka y Miren. Se separaron cuando sus hijos eran adolescentes y Kontxi se dedicó a tejer (kaikus, gorros...) y también vendió ropa en varios mercados de la zona. 

Una vida de trabajo

Al igual que otras muchas mujeres de su generación, no tuvo oportunidad de estudiar. “La ama era de las primeras en la escuela, pero tuvo que dejar de estudiar y ponerse a trabajar. Se ha dejado el pellejo trabajando”, explica su hijo, el fotógrafo Gorka Salmerón

Murgiondo sufre una enfermedad degenerativa y vive en la residencia Santikutz. “Le dimos unas fotocopias para que las coloreara y ha cogido una gran afición. Se ha convertido en su mayor aliciente. La coordinadora del centro le dijo que montarían una exposición y está muy contenta. Como una niña. Nosotros también, por supuesto. Estos últimos años hemos sufrido mucho a causa de su enfermedad y gracias a la exposición estamos viviendo un momento muy bonito. Estamos disfrutando mucho junto a ella”.