La perfumería Zarraoa de Arrasate ha puesto punto y final a una historia de ocho décadas y tres generaciones. El pasado jueves, 31 de octubre, el emblemático comercio situado junto a la parroquia de San Juan Bautista echaba la persiana para siempre. Miren Gallastegi se despedía de su clientela, recibiendo también las muestras de afecto de sus compañeros y compañeras de la asociación de comerciantes Ibai-Arte.
“Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a la familia Zarraoa por todos estos años de colaboración y apoyo. Ha sido un viaje maravilloso y enriquecedor. Les deseamos lo mejor en esta nueva etapa de la vida, con la esperanza de que sigan disfrutando tanto como en esta etapa que se cierra ahora”, manifiestan desde Ibai-Arte.
Se inauguró el 19 de junio de 1944
La perfumería Zarraoa abría sus puertas el 19 de junio de 1944. Petra Zarraoa ponía la primera piedra de este negocio familiar que bautizó como El Arca de Noé, el nombre con el que popularmente se ha seguido conociendo a esta tienda que ha constituido una pieza fundamental del comercio arrasatearra.
Su impulsora fue una auténtica pionera en la venta de productos a granel y una variedad que incluía desde corchos hasta adornos navideños. Con los años se reenganchó al negocio su hija Arantxa Ceciaga, y hace aproximadamente 30 años se subía a este 'tren' la tercera generación de esta familia, Miren Gallastegi, que cogió las riendas del comercio tras la jubilación de su ama.
Del Arca de Noé a Zarraoa
A lo largo de su historia, la perfumería ha vivido diferentes transformaciones. Hace dos décadas, con Arantxa dirigiendo la tienda, se sometía a una concienzuda reforma que dio lugar al aspecto actual del establecimiento, y que desembocó también en el cambio de nombre de El Arca de Noé a Zarraoa.
Adaptándose a los nuevos tiempos y con una oferta diversificada que ha incluido perfumes, cosméticos, complementos y regalos, Zarraoa ha sido fiel a su compromiso con los productos locales y de calidad.
"Las ayuda de mis padres han sido vital para mí"
La tercera generación de este establecimiento comercial, Miren, se congratula de que el negocio del que ahora se jubila haya sido familiar, y recuerda con cariño que “la ayuda" de sus padres ha sido "vital para mí”. Zarraoa ha apagado sus luces. 80 años de andadura que han tejido un capítulo importante de la historia del comercio de Arrasate.
