Las ‘monjas de Belorado’ se cuelan en las fiestas de Oñati
La Bixamon de Rosario ha llenado de alegría y parodias la despedida festiva
El culebrón de las monjas de Belorado ha ofrecido este lunes un nuevo episodio, pero en este caso en una versión más jocosa que la original, en Oñati gracias a la Bixamon de Rosario. Las rebeldes clarisas, con arzobispo y vicario incluido, han desembarcado en la jornada más desenfadada de las fiestas oñatiarras, que a pesar de los fuertes chaparrones que han caído en las horas centrales, no ha perdido sus dosis de humor, ingenio y alegría.
Fiesta pasada por agua
Al grito de Belorado no se vende, las religiosas díscolas han repartido dulces de chocolate entre el público, que resguardado bajo el paraguas han querido seguir de cerca la divertida puesta en escena. Esta comparsa, que ha aprovechado el terremoto religioso de las monjas cismáticas ha sido, sin duda, una de las más aplaudidas del último día de las celebraciones festivas. Pero no ha sido la única cuadrilla en hacerle un guiño a las religiosas que fueron excomulgadas y expulsadas de la vida consagrada el pasado junio, reivindicando por las calles que “no las desahuciaran”.
Los Juegos Olímpicos de París con la Torre Eiffel como telón de fondo; vampiros; personajes de cuentos; los clásicos payasos; los apóstoles del Corpus y San Miguel; operarios de la brigada municipal; una fiesta rociera en la que no faltaba el jamón y otros aperitivos; Morticia y Wednesday; calendarios marianos... Cientos de disfraces han vuelto a transformar el centro urbano en una colorista pasarela envuelta en originalidad y buen ambiente, que unidos a las ganas de juerga de jóvenes y adultos han hecho que Errosarixo Bixamona revalidara su condición de ser una de las citas preferidas de las fiestas.