España va a incumplir desde este 2 de agosto la directiva europea de conciliación que obliga a retribuir al menos cuatro semanas de las ocho del permiso parental hasta los 8 años, un tema que el Gobierno de coalición abordará en la negociación de los presupuestos, con lo que su aplicación se retrasará hasta 2025.
La directiva de conciliación europea aprobada en 2019 recoge, entre otros mínimos de permisos por nacimiento o cuidados, el derecho de cada trabajador a un permiso parental de cuatro meses antes de que el hijo cumpla 8 años. De este permiso, dos meses no pueden ser transferidos y deben retribuirse, según especifica la directiva, que daba un margen adicional hasta este mes de agosto para cumplir con esta última parte y que permite a los Estados encajar estos requerimientos en su marco legislativo, es decir, teniendo en cuenta los permisos ya existentes. La ley de familias recogió ese derecho al permiso, pero no cómo y cuándo se iba a empezar a retribuir, dejando a medias el cumplimiento de la directiva.
“La pelota está en el tejado del PSOE”, dicen fuentes del Ministerio de Derechos Sociales, que no renuncia a que se remuneren cuanto antes esas cuatro semanas, aunque no ven que el socio de Gobierno tenga prisa por hacerlo. La directiva obliga a asegurar al menos 22 semanas de permisos retribuidos, 14 por nacimiento y 8 por cuidados antes de que el menor cumpla 8 años.