El azkoitiarra Luis Epelde vive en Zarautz y desde hace mucho tiempo suele ir con asiduidad a la zona del Parketxe de Iturraran (Aia). “Vengo aquí muchísimo. Antes no se veía a casi nadie y ahora viene más gente”, comenta mientras aparca el coche antes de entrar al Parketxe de Iturraran, donde a principios de abril inauguró una exposición titulada Sacando a la luz los insectos ocultos, con 43 fotografías suyas (libélulas, larvas, chinches, mariposas, polillas, moscas...). Se puede visitar hasta mediados de julio, de martes a domingo de 10.00 a 14.00 horas. Epelde también es el fotógrafo de ZKE eskubaloia y se pasó todo el fin de semana pasado viendo los partidos de la fase de ascenso y sacando fotografías.
¿Cuánto tiempo le ha llevado sacar las 43 fotografías?
Me empecé a tomar en serio este proyecto hace cuatro o cinco años. Antes también sacaba fotos a insectos, pero no me lo tomé en serio hasta hace un lustro. Si cogemos este sitio como referencia (el Parketxe), todas las fotografías están tomadas en una zona de máximo 300-400 metros de distancia.
Entonces venía expresamente a ello. ¿Tenía alguna rutina?
Sí. Más de una vez venía después de comer, hacia las 15.30. Solía estar hasta las 20.00 horas, hasta que ya no podía más. Esto cansa, totalmente. Tienes que agacharte, tumbarte, buscar el insecto, mirar, seguir buscando... A veces pasaba una tarde sin encontrar nada nuevo y otras veces encontraba un montón de insectos. Además, depende mucho del tiempo que haga. Por ejemplo, si está nublado te encuentras muchas moscas, pero no encuentras saltamontes, arañas...
¿Esto último ya lo sabía o lo ha ido aprendiendo sobre la marcha?
Algo sabía, pero con la fotografía he aprendido muchísimo de esto.
¿Venía con conocimiento previo sobre la fotografía que iba a tomar, o esperaba encontrar algo al llegar?
No. A veces he venido sabiendo lo que iba a sacar porque había encontrado un tipo de insecto en un lugar determinado e iba a ese mismo lugar para intentar que estuviera ahí otra vez y sacar una fotografía mejor. Eso ha pasado muy pocas veces. Generalmente, venía, hacía un recorrido mirando a ver si salía un bicho diferente y muchas veces me llevaba gratas sorpresas.
Literalmente ha buscado agujas en un pajar.
Sí. Muchas agujas. Aquí hay un montón de insectos. Ésta es una zona que está muy cerca del Golfo de Bizkaia y debido a los vientos que van en esta dirección suele llover bastante. Por lo tanto, la vegetación que hay aquí exuberante y eso hace que haya una cantidad de insectos impresionante. Entonces, cada vez que vienes te llevas sorpresas.
En el momento que saca la fotografía, ¿reconoce el insecto que es?
Depende. Por ejemplo, si son moscas, saltamontes, abejas, arañas... sí los reconozco, pero si me encuentro con alguno muy específico digo: A éste no lo conozco. Encantado.
¿Y qué método sigue para identificarlo?
Tengo varios. Hay programas informáticos que te los identifican. A veces aciertan, otras se aproximan y otras no aciertan. Generalmente, sen acerca mucho. Es que este mundo es muy difícil, cada insecto tiene muchas variantes. También pregunto a entomólogos, a gente de Arkamurka. Muchas veces le pregunto a Dan Lertxundi, que también es miembro de Arkamurka y es especialista en mariposas. Otro método es coger el libro y ponerme a buscar. Dos de los insectos fotografiados aún no han sido identificados.
Retrocediendo un poco en el tiempo, ¿desde cuándo se dedica a sacar fotografías, en general?
La fotografía me ha gustado desde siempre. Cuando iba a la escuela con cinco años, mas o menos, en Azkoitia, al lado de un portal había una caja con fotografías que había puesto Josu Arroitajauregi de acontecimientos que habían ocurrido en el pueblo. Cada vez que pasaba por ahí, me quedaba mirándolas. Con veintipocos años me compré la cámara y empecé a fotografíar la naturaleza, paisajes. Después comencé a sacar retratos, empecé a sacar fotos en eventos deportivos... Aprendí por mi cuenta, fallando y acertando, hasta el día de hoy. Aún sigo aprendiendo mucho.
Por último y cambiando de tema. También es el fotógrafo de ZKE Eskubaloia y el pasado fin de semana estuvo presente en el ascenso a la División de Plata. ¿Cómo fue?
Muy intenso y muy agotador. El viernes fui media hora antes del primer partido, que era a las 17.30 horas, para presentarme a los equipos y a los delegados. El segundo partido jugamos nosotros y ganamos de uno. En casa luego no empecé con la selección ni nada, sólo hice una copia de seguridad para que no hubiera sustos. El sábado, por la mañana, fuimos al camping porque hicieron una recepción a todos los equipos. Al primer partido no fui porque si sacaba fotografías de todos los encuentros, iba a tardar una semana, o más, seleccionando y editando. En el partido del Zarautz sí saqué fotos. Perdimos por siete y pensé que no subíamos. Fue un día triste. El domingo, los partidos fueron por la mañana. El primer partido lo vi como aficionado. Además perdió el Granollers y si ganábamos el siguiente, subíamos. El partido fue igualadísimo hasta el final, que a falta de siete segundos metimos el gol de penalti y subimos. Ahora me toca a mí seleccionar y editar las fotos.