Un viaje a través del tiempo. Al Arrasate de los años 60 y 70 del siglo pasado: retazos de la vida social, cultural e incluso política, inmortalizados gracias a un verdadero tesoro audiovisual en formato Súper 8, que el fotógrafo Pedro Sologaistoa, que firmaba como Laso (1920-2009), dejó en su legado. Una cuidada selección de eventos y momentos de aquella época son el hilo conductor del documental que ha alumbrado Arrasate Zientzia Elkartea (AZE), y que el 23 de febrero tendrá su puesta de largo en la gran pantalla del Amaia antzokia.

Una de las imágenes recogidas en la película.

La Euskal Festa de 1964; las tamborradas de San Juan; el homenaje a los jubilados en 1969; la inauguración de la plaza Sebero Altube; un mitin de Xabier Arzallus en el que fuera el cine Gurea; el coro parroquial en su viaje a Roma, y la colocación de la primera piedra que dio el pistoletazo de salida a la construcción del colegio La Merced son algunas de la escenas que resucitan en esta cinta. Imágenes de hace más de medio siglo por las que desfilan niños, niñas y personas mayores, todavía hoy perfectamente reconocibles en muchos casos. “Hemos querido mostrar el Arrasate de entonces, cambiado en la actualidad y desconocido para las nuevas generaciones”, explican al unísono José Ángel Barrutiabengoa y Javier Bengoa, dos miembros activos de AZE.

Escena inmortalizada de un evento deportivo.

Amante del arte de transformar la realidad en imágenes, en unos tiempos en los que las cámaras fotográficas no estaban al alcance de cualquiera, Pedro Sologaistoa, un pionero de la disciplina en la localidad cerrajera, compartió esta afición, que más tarde convertiría en profesión, con su amigo José María Lasagabaster Bentxes, con quien fundó el estudio de fotografía Laso –unión de las dos primeras letras de ambos apellidos–, que se inauguró en la calle Ferrerías. Al frente del local se quedaría Pedro, que pasó a regentar en solitario el establecimiento que posteriormente se mudaría al Grupo San Juan.

2. Una de las imágenes recogidas en la película.

El fondo fotográfico que legó Pedro Laso es más o menos conocido; como latentes son los recuerdos de las fotos de carné que sacó a incontables mondragoneses y mondragonesas. Pero en calidad de amateur también filmó un buen puñado de películas armado con su tomavistas. Unas grabaciones que perpetúan numerosos pasajes que hilvanan dos décadas de historia local. Este valioso material está recogido en 42 bobinas de unas 40 horas de duración que Pedro Mari Narbaiza, sobrino del autor, rescató del camarote hace unos años, en 2018, y puso en manos de AZE, asociación de la que es integrante.

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3 Pedro Sologaistoa ‘Laso’, con su inseparable cámara.

62 minutos

Los miembros de Arrasate Zientzia Elkartea no vacilaron a la hora de sacarle chispa a este interesante archivo cinematográfico, que tuvieron que mandar a digitalizar. Le dedicaron tiempo a condensar las filmaciones, y en este propósito, como cuentan Barrutiabengoa y Bengoa, recurrieron a Iban del Campo. Con mucho mimo y empeño, el director de cine arrasatearra ha dado forma a un montaje de 62 minutos que articula un discurso audiovisual “con los eventos más destacados captados por Laso”, expone Barrutiabengoa.

Del Campo ha enhebrado un relato que conserva la música y la voz en off original, y que se adereza con testimonios de varios arrasatearras, extraídos de ahotsak.eus. “Ha sido un proyecto muy especial para mí; un viaje maravilloso a mi niñez, y como cineasta, una bonita experiencia. Las imágenes son tesoros, al igual que lo son el sonido y la música de las bobinas originales”, destaca el realizador de Arrasate.

La película lleva por título Foto Laso presenta, que es precisamente el rótulo que el autor utilizaba en sus filmaciones. Este excepcional documento audiovisual, testigo vivo de otra época, se presentará en sendas proyecciones gratuitas en el teatro Amaia: en el estreno del próximo viernes y el 1 de marzo (19.30 horas).