El grupo zarauztarra Skasti se despedirá hoy de los escenarios en un concierto que dará esta noche en el nuevo gaztetxe Hiruputzu de Zarautz. La banda nació en el 2005, pero explican, “a los que formamos Skasti se nos ha gastado la energía. Hemos visto que el ciclo se acababa y hemos querido dejar los escenarios con dignidad”.
La banda ha podido meterse en el zurrón en este largo recorrido una maqueta (Skasti, 2010) y tres CD: New Age (2013), Maskarak (2015) y Ye! (2018). Para Iker Antxus (cantante), Xabier Uzin (cantante) y Mikel Alberdi (trompetista), esto ha sido un sueño que ha llegado hasta aquí con “objetivos a corto plazo”. “Sólo dos personas (David y Joel), sabían tocar el instrumento y sabían de música. Los demás no teníamos ni idea e íbamos aprendiendo poco a poco y con ilusión”.
Durante el camino han evolucionado mucho y lo que más han disfrutado ha sido “la gente que hemos conocido durante el trayecto y todos los sitios que hemos podido conocer por estar en el grupo”. Los zarauztarras ganaron la Maketa Lehiaketa de Gaztea en el 2013 y a raíz de eso se pudo escuchar el grupo con más asiduidad en Gaztea, lo que les hizo llegar a más público y que, al fin, se les reconociera la labor que llevaban haciendo durante años.
Aun así, los integrantes de Skasti siempre intentaban dar un salto más entre álbum y álbum. Cada vez se alejaron más del ska clásico y tradicional y se atrevieron a hacer música un poco más electrónica sin perder la esencia que tenían: música bailable y alegre. “Los tiempos cambian para todos y nosotros no escuchábamos la misma música cuando comenzamos con 16 años que luego cuando teníamos 20. Eso se vio reflejado en los discos que íbamos sacando, ya que siempre queríamos que se viera el estilo que más nos gustaba en ese momento sin salir de la esencia que tenía Skasti. Además, siendo ocho personas en el grupo, no queríamos hacer siempre lo mismo y nos gustaba tocar otras cosas”.
Como ya se ha mencionado, Skasti ha logrado estar 18 años en la carretera y eso, en un grupo que está formado por ocho componentes, no es fácil. Durante el camino, Joel y David (guitarrista y baterista) se tuvieron que separar del grupo. “Se veía que se iban a dedicar completamente a la música y eso con Skasti era difícil. Cuando faltaban a los conciertos teníamos a Mattin y a Gorka y al final se quedaron en el grupo. Nos aportaron nueva energía y con ellos seguíamos siendo los mismos”. En esa larga travesía que ha sido Skasti han sabido y logrado llegar al puerto sanos y salvos. “Cuando había problemas o piques los solventamos con una naturalidad tremenda y eso es algo por lo que estamos orgullosos a día de hoy”.
Ahora, al finalizar el concierto de esta noche, no se volverán a subir más a un escenario, pero seguirán formando parte de la kuadrilla. Y es que como dicen ellos , “éramos un grupo de amigos que decidieron hacer un grupo de música y ahora seguirá siendo un grupo de amigos que han tenido conjuntamente unas vivencias inolvidables”.