El viejo puente de Gabolats tiene fecha de caducidad. Ayer se dieron a conocer las características del que va a ocupar su lugar en un encuentro en el que participaron representantes del Ayuntamiento de Soraluze y de la Agencia Vasca del Agua, URA. A diferencia del actual, el nuevo puente no tendrá pilas en el cauce del río Deba y se construirá a una altura de 0,53 metros superior al ya existente. El tablero, que tendrá una longitud aproximada de 31 metros, contará con sendos puntos de apoyo en cada orilla y se completará con un arco de celosía de acero pintado que ayudará a su sustentación. La anchura total de la estructura será de algo más de seis metros, que se repartirán en un carril de tres metros para los vehículos y otro de dos metros para los viandantes. Ambas zonas estarán separadas por el arco de celosía con el fin de aportar seguridad a los usuarios del puente. La fase de redacción del proyecto está en su recta final y, tal y como manifestó el director de URA, Antonio Aiz, no se descarta que las obras para su ejecución puedan ser licitadas antes del final del presente año. Se calcula que las obras propiamente dichas tendrán una duración aproximada de ocho meses.

El riesgo de inundación del núcleo urbano estuvo presente en la cita de ayer. Desde URA se recordó que el núcleo urbano de Soraluze está incluido en el Área de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI) y que actuaciones como la sustitución del puente de Gabolats tienen minimizar ese peligro entre sus objetivos. “Aunque la superficie inundable es relativamente pequeña, todo el espacio se encuentra densamente ocupado por elementos vulnerables, principalmente viviendas, por lo que los daños estadísticos previsibles son significativos (1,6 millones de euros al año), lo mismo que la población afectada (209 habitantes por año). Con actuaciones como la sustitución del puente de Gabolats se logra defender a las viviendas ubicadas en el tramo comprendido entre el puente y el azud de Malmero de la avenida de periodo de retorno de 50 años, que es el objetivo de defensa establecido para Soraluze. El hecho de no contar con pilas en el cauce reducirá de forma muy significativa la sobreelevación de la lámina de agua que se produce aguas arriba en los episodios de avenidas”.

Controversia y consulta

La presentación del proyecto coincide en el tiempo con el comunicado sobre la controversia por la demolición parcial de las presas del río Deba a su paso por Soraluze que se contempla en el proyecto Merlin como medida para reducir el riesgo de inundabilidad de su casco urbano hecho público por EAJ/PNV, EH Bildu y PSE-PSOE. La plataforma Gure Deba Ibaia se opone a los derribos y lleva tiempo reclamando al Consistorio una consulta para conocer el parecer de la ciudadanía sobre el proyecto. En diciembre llevó a cabo una recogida de firmas en favor de la consulta, logrando el apoyo de 634 vecinos. Sus miembros hicieron llegar las firmas al Ayuntamiento, pero su demanda no ha tenido la respuesta deseada.

El escrito acordado por EAJ/PNV, EH Bildu y PSE-PSOE aboga por seguir reclamando información a URA “para tener una visión más exacta de las actuaciones que se consideran estrictamente necesarias para evitar el riesgo de inundación”. Asimismo, plantea encargar un estudio para analizar el valor cultural de las presas a la S.C. Aranzadi. ”Recabada esa información”-afirman en su comunicado-“la compartiremos con la ciudadanía e iniciaremos un proceso participativo de manera que sean los soraluzetarras los que decidan si se sigue adelante con el proyecto Merlin o no”.