La Factoría Marítima Vasca de Albaola ocupará su ubicación actual en Pasai San Pedro al menos por otros 30 años más. La Autoridad Portuaria de Pasaia (APP) aprobó en diciembre la concesión hasta 2052 a la Diputación Foral de Gipuzkoa del antiguo astillero situado en Ondartxo.

Según señalan desde la APP, la concesión permitirá a la Factoría Marítima Vasca llevar a cabo “una importante apuesta al mejorar claramente sus instalaciones, ganando más espacio”. De hecho, está prevista una inversión total de 1,68 millones de euros, en el marco del programa Berpiztu del Gobierno Vasco, para adecuar las instalaciones al desarrollo de actividades culturales y turísticas. En este sentido, cabe destacar que la Factoría Marítima de Albaola se ha erigido como uno de los principales atractivos turísticos de la zona. De esta manera, la APP asegura que continúa dando uso a un espacio de dominio público para atraer a visitantes y turistas al entorno de Pasaia.

Inaugurada en 2010, la Factoría Marítima Vasca Albaola es un espacio innovador abierto al público como museo que pone de relieve la tecnología marítima artesanal, cuya principal actividad es la construcción de embarcaciones históricas.

Según señalan desde Albaola, “la construcción naval, la escuela internacional de carpintería de ribera, la escuela de navegación, el taller de modelismo naval, el rincón del grumete, la programación de artes escénicas del teatro del mar y el grupo de voluntariado Auzolan componen un universo creativo que tiene la intención de dar a conocer el pasado marítimo del País Vasco”.

Entre los proyectos que se desarrollan en este espacio cabe destacar la construcción de la réplica de la nao ballenera San Juan, que comenzó en 2013. Esta embarcación original se hundió en la costa de Canadá, en Red Bay, en 1565.

Más de 400 años después el equipo de arqueología canadiense de Parcs Canada encontró el pecio y lo investigaron en una excavación submarina ejemplar para el mundo de la arqueología marítima.

Construida en Pasaia, la nao San Juan es un ejemplo de los primeros buques de carga transoceánicos que zarpaban del País Vasco hacia la zona Terranova en Canadá.

De hecho, Pasaia fue el principal puerto ballenero de Europa, desde donde durante siglos salían las grandes expediciones vascas, ya que se encuentra en un lugar privilegiado: una bahía natural protegida del Cantábrico, a solo cuatro kilómetros del centro de Donostia.