La noche del 2 de julio de 1978 Juan José Etxabe Orobengoa esperaba a su mujer, Agurtzane Arregi Letamendi, –ambos de Arrasate– en el interior de su coche frente al restaurante Etxabe enea que regentaba en la localidad labortana de Donibane Lohizune. Cuando Agurtzane entró en el vehículo, un automóvil se detuvo a la misma altura y sus ocupantes dispararon contra la pareja. El impacto de bala acabó con la vida de Arregi; murió en el acto. Su marido resultó gravemente herido en este atentado que reivindicó la organización de extrema derecha Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista).

Este año se cumplen 44 años del brutal asesinato que le arrancó la vida a esta arrasatearra, y el Ayuntamiento va a rendirle el reconocimiento público que aún no le han otorgado las instituciones. El próximo jueves, con motivo del Día de la Memoria que se conmemora el 10 de noviembre, un acto en recuerdo a esta víctima reunirá en el salón de plenos a los tres hijos de Arregi, dos mujeres y un varón, y a familiares (19.00 horas). La convocatoria parte de la Mesa de la Convivencia que en la pasada legislatura constituyeron todos los partidos representados en el Consistorio, con el objetivo de dar pasos para la recuperación de la memoria de las vulneraciones de derechos humanos y violencia de motivación política vivida en el municipio entre 1936 y 2018.

Será, de este modo, el cuarto acto institucional de estas características que acoge el ayuntamiento. La iniciativa de “reparación de todas las víctimas” arrancó en 2018 con el homenaje al exconcejal socialista Isaías Carrasco en el décimo aniversario de su asesinato por ETA. En 2020 se rindió tributo a Iñaki Etxabe y Germán Agirre, que perdieron la vida a manos de elementos parapoliciales en octubre de 1975. Y en 2021 se recordaba a tres víctimas de la sublevación franquista que en 1936 desencadenó la Guerra Civil: el edil socialista Jesús Uranga Urrutia; el tesorero del Consistorio Agustín Aranburu Zabaleta, y el sereno Gregorio González Rubio.

Agurtzane Arregi.

Agurtzane Arregi. N.G.

En Urruña

Como se recoge en el libro Hacia una memoria compartida 1956-2018. Arrasate-Mondragon (Argituz), Agurtzane Arregi Letamendi residía en Urruña y trabajaba en una tienda de ropa. “Su marido, Juan José Etxabe Orobengoa, fue un destacado miembro de ETA, posteriormente acercado al ESB (Euskal Sozialista Biltzarrea). Regentaba un restaurante en San Juan de Luz, donde fue objeto de varios atentados”, recuerda la citada publicación.

El 2 de julio de 1978, el Batallón Adolf Hitler de la Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista) perpetró el asesinato que acabó con la vida de Agurtzane, madre de dos hijas y un hijo que entonces tenían 13, 11 y 9 años. “Arregi fue asesinada por 17 disparos y Etxabe resultó herido con 18 impactos de bala en el estómago, el vientre, el hígado, los brazos y las piernas”, detalla el relato hilvanado por la asociación Pro Derechos Humanos, Argituz. Los miembros de la Triple A no apretaron el gatillo hasta que el matrimonio permaneció en el interior de su Peugeot 604, “ambos eran blanco y a ambos les dispararon”, narra el libro.

Cinco días más tarde, el 7 de julio, los familiares pudieron traer a Arrasate el cuerpo sin vida de Agurtzane. Tenía 38 años. Miles de personas se acercaron a despedirle en el funeral que se ofició en la parroquia de San Juan. “La familia no ha tenido ni verdad, ni reconocimiento oficial del Estado, ni indemnizaciones, ni justicia. Su primer reconocimiento oficial como víctima ha sido otorgado este año por el Gobierno Vasco, 44 años después del asesinato”, sentenció la portavoz del PNV, Anuska Ezkurra, en la presentación del acto público del próximo jueves, que también respaldan PSE, EH Bildu y Podemos.