Los trabajos de renaturalización de la orilla del río Bidasoa que el Ayuntamiento de Irun ha ido acometiendo en los últimos años han alcanzado un nuevo hito esta semana, con el envío del proyecto de renaturalización de la regata de Artia al departamento de Costas del Estado.

La actuación busca dar continuidad al proceso de mejora del perfil fluvial del Bidasoa que se ha ido materializando con actuaciones como la renaturalización del parque Osinbiribil, la apertura de la pasarela entre Azken Portu y Behobia o las obras de mejora de los entornos de los puentes de Santiago y Behobia. En este caso, el objetivo es incorporar la zona de la regata de Artia al ámbito de protección medioambiental de la ribera del río Bidasoa.

En ese sentido, el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Irun ha ido dando pasos en esa dirección, dentro de sus competencias. El más reciente se dio hace unos meses, con el derribo de la casa situada en el número 43 de la calle Juan Thalamas Labandibar, que estaba fuera de ordenación.

Tras esto, el proyecto de renaturalización se ha enviado a Costas, cuerpo administrativo con la titularidad del terreno a renaturalizar y, por tanto, competente para llevar a cabo la actuación.

Además, el pasado jueves el alcalde de Irun, José Antonio Santano, pudo hacer entrega del proyecto en mano a la vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, en el marco de su visita a Irun.

“Queremos seguir avanzando en el pleno desarrollo del Plan Especial de Txingudi”, explicó el primer edil tras la entrega del documento, explicando que el proyecto “colmataría el parque periurbano de Osinbiribl y facilitaría la conexión con el paseo peatonal y carril bici de Juan Thalamas Labandibar”.

Entre las cuestiones que incluye el estudio del proyecto, se encuentran la modificación del trazado del cauce de la regata de Artia, la sustitución de los muros de contención, la naturalización de las márgenes de la regata y la prolongación del itinerario ciclista y peatonal existente en el borde del Bidasoa.

El tramo afectado sería el comprendido entre el propio río Bidasoa y la calle Pierre Lhande. El proyecto de obra marca un plazo de ejecución de nueve meses y un presupuesto de cuatro millones de euros.