Una de las imágenes que este verano ha dejado Irun ha sido la de las interminables colas en el paseo Colón, en pleno centro de la ciudad. Se trata solo de una pequeña porción del puzle completo del problema, pues incluso muchas de las vías secundarias de la ciudad, como la Ronda Sur o la variante también han estado colapsadas muchas de las tardes de este final de verano. La causa: la operación retorno a Francia y los controles fronterizos.

Aunque con el final de las vacaciones el problema se ha disuelto, el alcalde de Irun, José Antonio Santano, aseguró este miércoles no querer “perder el hilo de ese problema”. “Sabemos que el año que viene volverá si no hacemos nada”, declaró el primer edil, recalcando el “cansancio”, el “hartazgo” e incluso “desesperación” de muchos vecinos, que estas semanas han sufrido retrasos de horas en sus trayectos cotidianos.

En ese sentido, el alcalde avanzó que ya se ha puesto en contacto tanto con la Diputación Foral de Gipuzkoa, como con las direcciones de Tráfico del Gobierno Vasco y del Estado, para buscar entre todas las instituciones medidas que “si no arreglan el problema en su totalidad, al menos lo alivien clara y sustancialmente”. “No se trata de echar balones fuera, si no de que cada institución aporte en aquello que puede y debe hacer para que la situación mejore”, aclaró Santano.

Desde el punto de vista del alcalde, el principal problema que causa los colapsos es que en el último tramo de la AP-8 en dirección a la muga “en un recorrido de diez kilómetros hay dos peajes en el eje principal de la carretera”. Pero además, el peaje del lado francés “hace el efecto frontera”, con los controles que la Gendarmería lleva realizando desde hace un tiempo agravando claramente el problema del tráfico.

“Es verdad que los controles más importantes se producen en Santiago y en Behobia, pero como esas también son vías de desahogo al final en vez de contribuir a mejorar los atascos, los empeoran”, alegó Santano.

En cuanto a posibles soluciones, el alcalde explicó que cree que hay cosas que pueden hacerse para hacer llegar la información en la autopista. “Prácticamente desde que entren en Euskadi, desde Vitoria, los conductores deberían tener información para que no les entre la tentación de salirse de la autopista y acabar entrando en una ratonera”, planteó el primer edil.