Un vivero cultural y la Emakumeen Etxea son las dos iniciativas que planean dar vida al palacio Arrizuriaga de Bergara. Mientras las obras para estabilizar el inmueble siguen su ritmo, el Consistorio ha puesto en marcha la maquinaria para definir el futuro de este palacete construido a principios del siglo XX.

Se trata de “consensuar” con la ciudadanía y los diferentes agentes los usos que se le van a dar a Arrizuriaga, poniendo el foco en el modelo de gestión del nuevo espacio que transformará este codiciado edificio, ambicionado por muchos y objeto hasta ahora de diversos proyectos malogrados. El Gobierno municipal de EH Bildu y el PNV desde la oposición han puesto la mirada en este inmueble de tamaño generoso para su reconversión en una infraestructura multiusos.

Según avanza el Gobierno municipal, se va a promover un proceso de reuniones abiertas que celebrarán el primer encuentro “en la segunda quincena de septiembre”. “Se abordarán dos temas: el uso de las instalaciones y cómo van a gestionarse”, precisan los responsables municipales”, a la vez que destacan que llevan “tiempo ideando y trabajando” en el proyecto. “Queremos que Arrizuriaga tenga un uso cultural en su sentido más amplio; que sea un espacio que utilice la ciudadanía, el epicentro de las distintas dinámicas que pueda haber a nivel local”, explican desde el Gobierno bergarés.

Este pasado martes se convocó una reunión con representantes de la actividad cultural del municipio, donde se recogieron las aportaciones y dudas que servirán de punto de partida para estructurar la ronda de reuniones que arrancará a la vuelta de las vacaciones de agosto.

también emakumeen etxea

Un equipamiento cultural es uno de los proyectos para el palacete, que aparece recogido en el plan de legislatura Bergara izan, bizi, ekin. Pero no el único. La misma hoja de ruta marcada por EH Bildu incluye la creación de Emakumeen Etxea, un punto de encuentro, debate y reflexión para las mujeres. La propuesta inicial es ubicar este servicio en Arrizuriaga, si bien sus “objetivos, funciones y dinámicas se acordarán con los grupos feministas organizados y las mujeres en general”, señalan desde el Ayuntamiento.

Recientemente declarado Bien Cultural (incluido el jardín), con protección media en la categoría de monumento, el palacio bergarés afronta desde finales de mayo los trabajos de rehabilitación de su envolvente hasta cota cero, mediante la reparación y limpieza de la fachada y la renovación de la cubierta de pizarra. La calificación otorgada por el Gobierno Vasco establece una serie de condiciones que impiden alterar el aspecto exterior del edificio. En el interior se abrirán espacios diáfanos en cada planta. Esta actuación tiene un plazo de ejecución de cinco meses y una inversión de cerca de 548.000 euros.