No puedo más que mostrar mi reprobación por quien dirige la asistencia sanitaria en la salud de las guipuzcoanas y guipuzcoanos. Para decir que el modelo sanitario de Euskadi es el mejor, tiene que ser cierto, y lo innegable es que la realidad demuestra lo contrario. Según el Monitor de Reputación Sanitaria, en el ránking de mejores hospitales públicos y privados de España de 2021, el Hospital Universitario de Donostia se sitúa en el número 73 de los 100 valorados.Los tiempos de espera en Osakidetza se eternizan extraordinariamente. El sistema es ineficaz, hasta inducir a que pacientes y usuarios tengamos que recurrir a la privada para resolver nuestra atención y asistencia sanitaria. Es un lamentable escándalo público y podríamos hablar de otro posible fraude en Osakidetza. En esta tesitura, el Departamento de Salud muestra sus deficiencias a la hora de establecer criterios estables en la gestión de la pandemia y en general en lo referente al modelo sanitario, que evidencia extremas carencias.Ahora parece que le toca el turno a Onkologikoa Fundazioa, hospital con el que los dirigentes de la sanidad se obstinan en querer confundir a la población. Dijeron que Onkologikoa Fundazioa se integró en Osakidetza cuando publicaban que la integración funcional se había conseguido. Sin duda, un logro político. Pero parece que se les olvidó hablar de la integración de sus trabajadoras y trabajadores, que han sido y son el mejor activo de un centro compuesto por personas que cuidan de personas. Un descuido que imposibilita la integración total del centro, provocando un enredo más.La integración total podría redundar en beneficio de los pacientes si la accesibilidad al centro fuera más fácil. Y si Osakidetza se implica directamente en este proceso, podría suponer un esfuerzo orientado a la mejora de la calidad asistencial, pero lo que se percibe es que no aporta nada nuevo, por lo que más parece dar un paso para atrás.Cuando se ha conocido la denuncia pública de la infrautilización del centro y su reestructuración, el hospital que fuera referente en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, se ha situado en la encrucijada sanitaria. En la optimización de los recursos sanitarios, alguien con responsabilidad debería poner orden sobre el modelo y sistema público sanitario vasco. Gipuzkoa y Euskadi precisan un centro de referencia en la lucha contra el cáncer y Onkologikoa ha demostrado hasta el momento, además de ser necesario, ser de los mejores.Fermín Lusarreta Varela