- Los polideportivos municipales de Donostia, que estuvieron cerrados desde mediados de marzo hasta el 8 de junio a causa de la pandemia, han ido recuperando actividad aunque, hasta el momento, no han llegado al tope del 60% de aforo autorizado por el COVID-19. A lo largo del pasado mes de agosto, los edificios deportivos de gestión municipal contabilizaron 83.930 entradas, lo que supone un 55% de las de antes del cierre por el coronavirus. El pasado mes de enero, por ejemplo, los accesos fueron 151.500.

Así, aunque en determinados momentos algunos deportistas tengan que esperar a que salgan usuarios de un centro para poder acceder a él, la situación no está generalizada ya que la media no alcanza el aforo autorizado. No obstante, las cifras de agosto no son las habituales, ya que es un mes en el que muchas personas están fuera de la ciudad o no acostumbran a acudir a las salas deportivas. Será ahora, a partir del inicio del curso escolar, cuando los polideportivos puedan tomar la temperatura a la situación real, según explica el concejal de Deportes, Martin Ibabe.

El corporativo recuerda que son los polideportivos con piscina los que mayor número de usuarios atraen, tanto ahora como antes de la pandemia. Dentro de las piletas también están fijados aforos con el fin de poder guardar metro y medio de distancia. Así, el polideportivo más visitado es el Paco Yoldi de Anoeta, seguido de Etxadi, Intxaurrondo, Benta Berri y Bidebieta, todos ellos con piscinas.

El resto de instalaciones también siguen teniendo público, que debe acceder a las salas con mascarilla y toalla propia para el sudor, además de hacer uso de los geles. Los deportistas pueden conocer la ocupación de cada espacio gracias a las pantallas instaladas, que ofrecen datos sobre la presencia de personas en tiempo real.

Además, los usuarios también pueden saber la cantidad de gente que hay en cada momento en los espacios de los polideportivos gracias a una aplicación de la web de Donostia Kirola que concreta los niveles de ocupación. Los datos que aparecen en la web son el porcentaje de personas respecto al aforo permitido, es decir, el nivel de ocupación sobre el 60% autorizado.

Con la pandemia, el aforo de la piscina grande del Yoldi se ha reducido hasta las 210 personas, pero sigue siendo la instalación con mayor capacidad. En las salas de los cursillos del mismo edificio se aceptan hasta 73 personas y en los gimnasios, un máximo de 26. En las piscinas de Benta Berri se permiten hasta 87 personas mientras que en los gimnasios son 58 y en las salas de cursillos, 65. Las piscinas de Intxaurrondo, por su parte, dan cabida a un centenar de personas mientras que en las salas de cursillos puede haber hasta 54. Las piscinas interiores de Etxadi, por su parte, aceptan a 86 nadadores y las de Bidebieta, a 77. El gimnasio municipal de Altza, creado para paliar la escasez de instalaciones durante la construcción del nuevo polideportivo, tiene espacio para 42 personas en la sala de cursillos y para 34 en las de gimnasia. En el velódromo hay salas de cursillos de hasta 55 personas y de 25 en el gimnasio de musculación. En Egia, el polideportivo más pequeño de la ciudad, el gimnasio de musculación da cabida a 20 personas y la sala de ciclo indoor, a 18.

A pesar de que las piscinas son las instalaciones con mayor cabida a causa de sus dimensiones, rara vez se acercan al aforo autorizado. El miedo al contagio es, según opinan los responsables del área de Deportes, el motivo por el que no se llenan.

La web de Donostia Kirola ofrece datos de la ocupación real de personas en cada espacio de los polideportivos municipales

La piscina grande de Anoeta es la instalación que permite una mayor presencia de deportistas (210), aunque no se cubre