ras catorce meses de obras y una inversión de más de diez millones de euros, el departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación Foral de Gipuzkoa culminó a finales del pasado mes de marzo las obras promovidas con el doble objetivo de mejorar la circulación y las condiciones de seguridad de la carretera GI-638, que enlaza Deba y Mutriku por la costa.

Dicho proyecto también incluyó la ejecución de un paseo peatonal entre la carretera y el litoral costero que, pocos meses después de su apertura, se ha convertido en todo un referente como lugar de ocio y esparcimiento; tanto para la ciudadanía de Deba y Mutriku como del resto de municipios de Debabarrena.

De hecho, desde el final del confinamiento decretado para hacer frente a la pandemia del COVID-19 y, sobre todo, desde la llegada del periodo estival, son muchas las personas que completan cada día los aproximadamente 2,3 kilómetros (y otros tantos de vuelta) del nuevo paseo que parte desde la playa mutrikuarra de Ondarbeltz (en la margen izquierda de la ría de Deba) y termina en el acceso al puerto de Mutriku.

Sin duda, el hecho de que discurra por un itinerario poco exigente físicamente y de fácil realización ha contribuido de manera importante al enorme éxito del paseo que, además, ofrece la posibilidad de disfrutar con una espectaculares vistas del litoral y del flysch negro característico de Mutriku que pasaban desapercibidas circulando a bordo de un vehículo por la carretera GI-638.

Al margen de las 50 plazas existentes en el parking de Ondarbeltz, el nuevo paseo entre Deba y Mutriku cuenta con cerca de un centenar de plazas de aparcamiento en diferentes puntos del recorrido (43 de ellas en las inmediaciones de Alkolea y 24 en la zona de esparcimiento situada frente al hotel Arbe). Además, a lo largo del paseo hay dos fuentes, siete mesas con sus respectivos bancos, papeleras y hasta una ducha para quienes se animen a darse un baño en la cala situada a los pies de Alkolea.

En vista de la aceptación que está teniendo y de su atractivo, nadie duda de que el nuevo paseo peatonal habilitado entre las localidades costeras de Debabarrena ha sido todo un acierto. Sin olvidar que, dada la situación actual, se presenta como un plan inmejorable para uno de estos días de verano.

En un recorrido de apenas 2,3 kilómetros, el paseo cuenta con más de un centenar de aparcamientos, bancos, mesas y fuentes