donostia - La maquinaria de obra ha hecho desaparecer la antigua fábrica de las pastelerías Rich, situada en el polígono Txingurri del barrio donostiarra de Herrera, 60 años después de su construcción. El solar, por el momento, no acogerá la construcción de edificación alguna, a la espera de que se apruebe un nuevo diseño para la zona. Hasta ayer, al menos, seguían en pie los grandes silos de harina, situados junto a las oficinas y obrador de panes y pasteles, que algunos consideran dignos de mantener.

Fuentes municipales explicaron que los propietarios de los solares de la zona están redactando un nuevo Plan Especial urbanístico con el fin de que la zona combine en el futuro la actividad empresarial, como hasta el momento, con nuevas viviendas. De hecho, cerca se encuentra un grupo residencial, que se levantó hace un tiempo en los terrenos de lo que había sido la fábrica Ramón Vizcaíno.

Las pastelerías Rich cerraron en 2013 y, por ello, desapareció la actividad en el obrador ahora derribado. En los últimos tiempos, además, el edificio había servido de acomodo a algunas personas que lo usaban para vivir, lo que podría ser uno de los motivos que han llevado a su derribo.

Según la publicación Altza: Historia y Patrimonio, la fábrica de pan y pasteles Rich fue construida en 1960 en el paseo de Txingurri 19, según el proyecto del ingeniero Manuel Odriozola. Ya entonces se dividió en dos partes: la fábrica propiamente dicha y los silos en los que se almacenaba la gran cantidad de harina necesaria para la actividad. Los silos están compuestos por 16 células octogonales con capacidad para 2.000 toneladas de harina.

La fábrica derribada fue construida años después de la creación de la empresa, que surgió en 1923, fruto de la fusión de dos sociedades anteriores. Así nació la Fábrica de Harinas Odriozola y Berridi, conocida como Rich, que llegó a contar con numerosos establecimientos en Donostia. Ahora, algunos de ellos han sido ocupados por la firma Aramendia.

Por su parte, el polígono empresarial de Txingurri es un espacio algo degradado, en el que aún existe actividad económica. Por ejemplo, las pastelerías Otaegui también tienen su sede en la zona, precisamente junto al edificio derribado. Asimismo, existe un gimnasio, los talleres Ussa, una fábrica de congelados y la agencia Dimensión, entre otras instalaciones.

La zona dedicada a actividades empresariales del barrio de Herrera está iniciando una nueva etapa con la transformación de espacios en viviendas. Sin ir más lejos, el entorno de Jolastokieta, antes un espacio lleno de fábricas e industrias, es ahora un nuevo núcleo residencial que seguirá creciendo, según está aprobado por el Ayuntamiento. Los terrenos de Zardoya-Otis, por ejemplo, acogerán 360 viviendas.