donostia - El chef argentino Paulo Airaudo ha abierto las puertas de su nuevo proyecto, el restaurante Amelia, en pleno centro de Donostia, la ciudad con más estrellas Michelin por habitante del mundo.

Airaudo, quien obtuvo una estrella Michelin en su anterior restaurante, La Bottega, en Ginebra (Suiza), “se ha atrevido” a instalarse en la capital guipuzcoana con un restaurante para 50 comensales, en el que servirá un menú degustación con el que confía en poder sumar una nueva estrella al firmamento gastronómico donostiarra.

“Quiero situarme entre los grandes y los de una estrella Michelin”, explica a Efe Airaudo, quien se presenta en la ciudad como “alternativa para el que quiere una cosa diferente”.

Conoció la ciudad cuando hizo prácticas en las cocinas de Juan Mari Arzak y vivió después una temporada en Donostia, una de las paradas de su constantes idas y venidas por distintos países de América y Europa.

Argentino de Río Cuarto (Córdoba), hijo de italianos, la cocina de Paulo Airado incluye ambas referencias culturales, aunque el sabor italiano se impone en sus creaciones, para las que emplea siempre “producto fresco y local”.

Tras ganar experiencia en Argentina y México, en 2006 cruzó el charco y se fogueó en las cocinas de Arzak, The Fat Duck de Londres y el Magnolia, en Italia, hasta que abrió con su exsocio italiano Francesco Gasbarro un restaurante italiano en Ginebra, La Bottega.

Ahora, Airaudo dice haber encontrado su sitio en San Sebastián, donde ha abierto su primer proyecto en solitario, con el apoyo financiero de uno de sus clientes.

“Mi familia adora San Sebastián, yo adoro San Sebastián, somos felices aquí y esa es la principal razón para abrir el restaurante”, confiesa.

Lejos de sentir “miedo” por el nivel gastronómico de la ciudad, el chef argentino señala que “esta ciudad está en el punto de mira de la comunidad gastronómica”, lo que le permitirá mostrar su cocina “al mundo”.

Le acompañan en esta aventura un maitre y sumiller italiano al que conoció en la Toscana y con el que ya trabajó en La Bottega, un jefe de cocina londinense y un “embajador culinario” danés. - Efe