Donostia- La Donostia más romántica volverá a dejar testimonio en el voladizo de La Concha, en un punto tan emblemático como el que discurre entre los dos relojes, el que ocupó durante décadas la discoteca La Rotonda.

El frente del voladizo recuperará la imagen que mostraba en la primera década del siglo XX, con pilares de piedra sustentando el paseo y sin ningún elemento acristalado. Su desaparición ha llegado de la mano de la demolición de la discoteca, un tipo de actividad que no tiene ningún viso de retornar. Otro elemento que no se recuperará será el tramo de barandilla de La Concha situado en el frente inferior.

El concejal del Urbanismo del Ayuntamiento de Donostia, Enrique Ramos, dio cuenta ayer del plan de actuación en este punto del paseo por entender que se había trasladado “cierta confusión a la ciudadanía”.

Según recordó, la intervención en este lugar resulta fundamental por el mal estado del forjado que aguanta el peso del paseo y sustenta el voladizo, tanto es así que los responsables municipales consideraban que el riesgo de derrumbe en momentos de gran proliferación de público, caso de Semana Grande, era considerable.

El problema se extendía, además, a las dos rampas situadas junto a ambos relojes, de tal forma que, en palabras de Ramos, el refuerzo metálico se encontraba tan deteriorado que “se rompía con solo rasparlo”, dado que casi había desaparecido la estructura de hormigón que lo protegía.

Ya hace un tiempo que sobre esta parte del paseo no pueden circular ni los vehículos de servicios ni los de emergencia, pero las medidas preventivas no son suficientes para garantizar el disfrute de una de las zonas más destacadas de la postal de Donostia.

Ramos explicó que el Ayuntamiento está llevando a cabo un “mini estudio” para poder dotar de cierta funcionalidad al voladizo entre los dos relojes, una actuación que se ceñiría a habilitar el paso de las personas en este tramo.

Según aclaró, al demoler la antigua discoteca quedaron también al descubierto “unos huecos en el suelo del local”, además de asomar una pared “con una muy mala terminación”, desperfectos de envergadura que hay que sumar a los que se detectaron en el forjado y la estructura de hormigón.

como antes Enrique Ramos explicó que a la hora de plantearse la reforma de este ámbito se ha tomado muy en cuenta el sentir ciudadano y lo transmitido por la Asociación de Defensa del Patrimonio.

Tomando en consideración estas aportaciones se decidió recuperar el perfil de 1918, sin ventanas ni estructuras internas, hecho que redundará en que los efectos del oleaje sean menores.

Las obras, que deberán estar finalizadas con anterioridad a que de comienzo la temporada de verano, disponían de un presupuesto de 231.167 euros, a los que hay que sumar los 50.000 euros con los que se pagará la construcción de los pilares de piedra y del nuevo paso para peatones.

Para explicar a los transeúntes cuál se espera que sea el resultado de la obra, el Ayuntamiento ha colocado en las vallas que la rodean dos carteles de grandes dimensiones, de 3,7 por 1,5 metros. En uno de ellos se reproduce las imagen del frente del voladizo tal y como era a inicios del siglo XX, mientras que en el otro se incluye la ficha técnica de un proyecto que, si todo sale según lo previsto, acabará en junio.