donostia - El Consistorio ha decidido romper el contrato que tenía con la empresa que gestionaba la discoteca La Rotonda por sus problemas económicos. La firma Iñaute SL se encuentra en concurso de acreedores y debía pagos al Consistorio, titular de las instalaciones de La Rotonda, por lo que el Gobierno municipal decidió la semana pasada romper el acuerdo por el que le cedía la gestión del local.

La sala de fiestas, de todos modos, está cerrada desde hace ya un mes. Manolo Dioni, gerente del establecimiento, reconoce que “la noche ha caído mucho” y que no podían hacer frente a los costes que supone tener La Rotonda abierta, por lo que el establecimiento acogió el 20 de noviembre una fiesta de despedida y cerró sus puertas.

El Consistorio firmó en agosto de 2003 la cesión de la gestión del local a Iñaute SL por un periodo de trece años que concluirían en verano de 2016. Hace unos meses, sin embargo, abrió un expediente a la empresa por impago y en mayo decidió retener el aval que presentó en su momento para compensar la deuda. Ahora el Ayuntamiento apela al hecho de que la empresa esté en concurso de acreedores para justificar la rescisión del contrato. Iñaute SL tiene todavía algunos días de plazo para alegar pero, en caso contrario, la Guardia Municipal precintará el local.

reforma Además del bajón que ha sufrido la noche donostiarra en los últimos años, Dioni recuerda que el estado actual de las instalaciones no es bueno, con humedades y problemas técnicos que habrá que solucionar. Esas obras corresponden al Consistorio, titular de las instalaciones, que también presentó en su momento un proyecto para reformar La Rotonda que, sin embargo, fue rechazado por la dirección de Costas: exige que se eliminen las puertas previstas y se permita el libre tránsito por el voladizo, lo que supone una dificultad para el funcionamiento del establecimiento.

En los últimos años el Consistorio ha presentado alguna otra propuesta para ampliar el local que también fue rechazada. La última vez el Ayuntamiento solicitaba que se le permitiera mantener la situación actual hasta 2016, cuando concluiría la concesión con Iñaute SL, pero Costas le volvió a exigir que regularizara la situación de la discoteca, ubicada en un espacio de competencia estatal aunque con una autorización municipal de uso que data de 1913 y que requiere de nuevos trámites.

Si finalmente el contrato con Iñaute se rescinde ahora está por ver si el Consistorio opta por volver a sacar a concurso su gestión, para lo cual debería regularizar la situación del local, y si modifica el proyecto de reforma para lograr el visto bueno de Costas.

Y es que la ubicación de la discoteca La Rotonda ha sido una de sus señas de identidad pero, al mismo tiempo, un problema tanto para el Consistorio como para sus gestores. El hecho de ubicarse bajo los voladizos de La Concha la hace tener que someterse a la Ley de Costas y ha provocado los desencuentros entre el Ayuntamiento y las instituciones estatales.

Ubicarse frente al mar también la han convertido en víctima de oleajes, el último en febrero de 2014, que obligó a Iñaute SL a cerrar sus puertas durante semanas y a afrontar parte de unas importantes obras de rehabilitación (el Consorcio de Seguros se hace responsable de parte de ellas).