El Consistorio ordena cerrar los dormitorios de un club de alterne ubicado en Buenavista

Donostia. El club de alterne Biyona, ubicado en la avenida de Buenavista número 16, deberá cerrar los dormitorios que posee en su planta baja así como en el sótano, según la orden dictada por el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento donostiarra. La administración municipal dio el pasado mes de noviembre un plazo de dos meses al dueño del establecimiento para que suprima los reservados existentes en el local, que carecen de autorización.

El pub Biyona cuenta con una licencia de bar especial de tipo 3, en el que se engloban las whiskerías, clubs, bares americanos, pubs, karaokes y similares. Dispone, según la resolución municipal, de una planta de sótano, habilitada con cinco dormitorios con lavabo y bidé, además de taquillas y un almacén. En la planta baja, la misma en la que se ubica la barra de bar, hay más habitaciones.

El horario de cierre es el máximo vigente en la capital guipuzcoana y, y los fines de semana de la temporada veraniega, llega hasta las 5.30 de la madrugada.

La orden municipal dictada por el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Díez, es consecuencia de las numerosas quejas presentadas por los vecinos del entorno, que llevan más de seis años peleando por que las distintas instituciones competentes controlen la actividad de un local que, según afirman, tiene efectos negativos el exterior y provoca problemas de ruido y de inseguridad.

Lo tardío del horario de cierre, favorece que exista un descontrol en los alrededores, según la asociación de vecinos que ha tratado de poner límites a la actividad de la casa de citas.

dos alternativas La orden de cerrar los dormitorios fue adoptada hace dos meses por el Ayuntamiento tras un escrito de alegaciones presentado por el propietario del establecimiento. En él recalcaba que la Administración conocía que la actividad del local no se limita a la de un simple bar, sino que es la de un club de alterne, por lo que reclamaba la legalización de los reservados.

El Consistorio, por su parte, recalca que "de la mera tolerancia no se deriva derecho alguno" y reitera que, para permitir las habitaciones, éstas deben tener una autorización, algo que no se produce. Por ello, la administración señala que existen dos alternativas: cumplir la licencia vigente, lo que implica la eliminación de los dormitorios reservados, o cerrar la totalidad del establecimiento.

"lo más beneficioso" En su orden, el Ayuntamiento considera que la medida "es la más beneficiosa para el interesado, por cuanto que inicialmente se plantea simplemente la clausura de los dormitorios, habitáculos no amparados por la licencia de bar concedida en 1986". Según el Ayuntamiento, de este modo, el dueño del local podrá adecuarlo a su permiso. En caso contrario, recuerda, se puede revocar la licencia concedida porque no se adecua a la realidad.