La gastronomía conquista paladares, pero, al mismo tiempo, tiende puentes entre culturas. La cocina castellanomanchega forjada en la sencillez del campo y en la riqueza de su herencia popular, desnudó su alma este pasado 25 de mayo en la plaza de la Constitución de Donostia. Lo hizo de la mano de su mejor embajadora en territorio guipuzcoano: la Casa de Castilla-La Mancha, que ofreció al público una gran variedad de productos típicos en el marco de una jornada repleta de sabores y tradiciones.

Longanizas, salchichones, chorizos, aceites… compartieron expositor con el inconfundible queso manchego; el selecto Ajo Morado de Las Pedroñeras, avalado por el sello de calidad europeo IGP; los sabrosos callos preparados a base de recetas tradicionales; el guiso con perdiz listo para servir en el plato, aderezado con un delicioso sofrito; y pisto con almendras rebosante de huerta y cariño. Y, como no podía ser de otro modo, se brindó con vino, otra de las señas de identidad de la tierra del ingenioso hidalgo. “Nos quedamos prácticamente sin existencias”, se congratula Alfredo Medina, presidente de la Casa regional de Castilla-La Mancha, que por segundo año consecutivo se ha sumado a este encuentro folclórico y gastronómico, en el que participaron otros centros representantes de La Rioja, Extremadura y Andalucía.

Los Ajos de las Pedreñeras compartieron expositor con los buenos vinos de la tierra castellanomanchega. Arnaitz Rubio.

"Escaparate para promocionar nuestros productos"

“Esta cita es un escaparate para darnos a conocer, promocionar nuestros productos y disfrutar de una celebración festiva entre amigos. Un encuentro que nos invita a convivir y poner en valor nuestra historia, gastronomía, origen y patrimonio”, destaca Medina. Sin olvidar las raíces y, a su vez, orgullosos de la tierra de acogida. “Somos castellanomanchegos, pero también vascos y donostiarras”, insiste con convicción.

Una veintena de integrantes de la Casa de Castilla-La Mancha se ocuparon de la organización para que todo saliese perfecto. Arnaitz Rubio.

Los tesoros culinarios brillaron con luz propia en el corazón de la Parte Vieja donostiarra. Un lenguaje universal que, sin necesidad de traducción, tiene el poder de mostrar la esencia de un pueblo. El buen tiempo se alió con la fiesta que congregó a numeroso público. Entre los asistentes, hubo una nutrida representación institucional que encabezaron, entre otros, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, la delegada del Gobierno español en Euskadi, Marisol Garmendia, y la histórica militante socialista Bárbara Dürhkop.

El inconfundible queso manchego fue uno de los manjares que el público pudo degustar. Arnaitz Rubio.

Un viaje cultural

Fue una jornada maratoniana para la veintena de los 86 socios y socias de la Casa de Castilla-La Mancha que el pasado domingo trabajaron sin parar. Primero para montar el puesto y organizarlo con todo detalle, y después para recibir a los visitantes. Pero mereció la pena. El resultado fue un maridaje de sensaciones en boca, texturas y aromas servidos en un mismo menú que despierta los sentidos. Un viaje cultural que unió Castilla-La Mancha y Euskadi.