La noche, cuando se impone el silencio y la vida cotidiana se da un respiro, es el momento en el que comienza la actividad de algunos animales que en Gipuzkoa escasean.
En la mayoría de los casos, la ciudadanía desconoce su presencia en nuestro territorio, ya que se mueven de forma sigilosa y huidiza, siempre con el fin de no dejarse ver.
Las cámaras de Juan Luis Azpiroz, fotógrafo jubilado y expropietario de la tienda de fotografía Zerutik, nunca descansan, están alerta a todas horas para captar los movimientos de estas especies tan poco comunes.
Hablamos de animales como el jabalí, el gato montés, la gineta, el corzo o el visón europeo. Según Azpiroz, que desde 2019 se dedica a fotografiarlos y grabarlos en vídeo, “casi nadie es consciente de que los podemos encontrar en Gipuzkoa, ya que es por la noche cuando aparecen”.
El material con el que trabaja se basa en cámaras de fototrampeo que detectan señales. Con ellas, se percibe la actividad de los animales para posteriormente fotografiarlos con una cámara réflex.
Esta no es una labor exenta de dificultades, puesto que es necesario colocar un receptor para la señal y un emisor para que los flashes funcionen correctamente. Y, sobre todo, “tienes que tener la suerte de que el animal aparezca en el sentido que tú quieres y que la imagen tenga la calidad suficiente”, cuenta Azpiroz.
Actualmente, después de varios años de dedicación, tiene material abundante de estos animales relativamente exóticos que, aunque parezca extraño, viven cerca de nuestros hogares.
Las instantáneas las saca en una zona perteneciente al Parque Natural de Aiako Harria. “Tengo un acuerdo con un particular para colocar las cámaras en su terreno, en el que predominan los cazadores”, indica Azpiroz.
“Sitúo las cámaras de fototrampeo en árboles y los sensores se activan cuando hay movimiento de cualquier tipo. Están pensadas para ser utilizadas por la noche. Durante 10 o 15 segundos se graba al animal que haya pasado en ese momento”.
La resolución de las cámaras de fototrampeo no es excesivamente buena, aunque permiten a Azpiroz saber cuál ha sido la especie que ha sido grabada. A partir de ahí, prepara el escenario para fotografiar los animales con la réflex.
Según Azpiroz, uno de los principales problemas de esta clase de fotografía es la duración de las baterías: “Necesito que la réflex esté encendida las 24 horas del día, para no perderme la posible aparición de estos animales. Le pongo una batería aparte para mantenerla 24 o 48 horas operativa”.
Asimismo, la cámara dispone de dos sensores. Uno de ellos recibe la señal, que a su vez pasa a la cámara para que se disparen los flashes.
La magia de todo esto es que “hablamos de animales que conviven con nosotros, pero nadie los ve. El dueño del terreno en el que coloco las cámaras no tenía ni idea de que estos animales deambulasen por ahí”.
Los jabalíes no pasan desapercibidos, siempre dejan sus huellas allá por donde pisan. Sin embargo, el zorro, la gineta, el visón europeo o la nutria son tremendamente discretos. “Lo curioso es que los tenemos a un cuarto de hora de Donostia. La gente no se percata de la riqueza animal que poseemos”, expresa Azpiroz.
Asimismo, recuerda que en la tienda que regentaba, Zerutik, “muchos se sorprendían y preguntaban dónde se podían localizar estas especies en muchos casos desconocidas”.
El menos común
Respecto al animal más exótico que ha captado en una foto, señala, sin dudarlo, al visón europeo, que está superprotegido y en peligro crítico de extinción desde hace muchísimo tiempo. De hecho, en Europa hay diversos planes para asegurar su supervivencia.
El visón europeo es más pequeño que el americano y tiene un color marrón ligeramente más claro. Además, destaca por su labio superior de color blanco. La introducción del visón americano en Europa a raíz de sus numerosas escapadas de granjas provocó el desplazamiento de la especie autóctona hasta llevarla a su situación de peligro de extinción actual.
Azpiroz, que tiene la suerte de haber retratado al visón europeo en más de una ocasión, destaca que gracias a su labor las instituciones pueden hacerse una idea de si su trabajo para conservar este tipo de ejemplares está dando sus frutos o no.
Otra especie que frecuenta muy poco nuestras tierras es la nutria: “Tengo un vídeo corto, de unos diez segundos, en el que se observa una nutria, cuya presencia en Gipuzkoa hace unos años era prácticamente inexistente. De cara a la Diputación, puede ser interesante saber que la podemos encontrar por aquí”.
