Las múltiples reuniones que mantiene el rey español Felipe de Borbón, y antes su padre, en su despacho de la Palacio de la Zarzuela, tienen como fondo dos paisajes familiares. Cuando el monarca saluda a cualquier representante político, artístico o profesional, se aprecia a la izquierda un cuadro de Donostia y a la derecha, otro de la entrada del puerto de Pasaia, con bateleras en el primer plano. Ambos son obra del pintor barroco Luis Paret y Alcázar, un artista madrileño del siglo XVIII que tuvo una especial vinculación con el País Vasco, y vivió entre 1746 y 1799.

Así lo explica el historiador Mikel Alberdi en la página web del Museo Zumalakarregi, de Ormaiztegi, especializado en el siglo XVIII, que dedica una de sus entradas al pintor. Parte de su obra se mostró en el Palacio Real de Madrid en 2012, dentro de la exposición Goya y el Infante Don Luis: el exilio y el reino. En ella no solo se pudo contemplar un cuadro de la ría de Bilbao ejecutado por Paret sino las vistas de Donostia y Pasaia que lucen en el salón más televisivo de la Zarzuela. Ambas son propiedad de Patrimonio Nacional.

Según explica la web del Museo Zumalakarregi, Paret tuvo una profunda vinculación con el País Vasco ya que, debido a su implicación en una oscura conspiración en la corte del infante Don Luis, fue exiliado a Puerto Rico en 1775. Tres años después, fue desterrado al País Vasco con el fin de mantenerle alejado de la corte madrileña y vivió casi ocho años en Bilbao.

Cuadro de Luis Paret de 1786, que representa a las bateleras de Pasaia Aitziber Muga

Entre su abundante obra, se hallan los dos cuadros de paisajes de Donostia y de Pasaia, que forman parte de la serie de cuadros sobre puertos de la costa cantábrica, que le encargó Carlos III cuando finalizó su destierro. Dedicó a esta tarea seis años y pintó una quincena de óleos.

Paret y Alcazar se integró con facilidad en el ambiente culto del País Vasco de la época y llevó a cabo numerosos trabajos por encargo. Por ejemplo, hizo un retrato de Xabier María de Munive, conde de Peñaflorida y primer director de la Sociedad Bascongada de Amigos del País. El retrato sirvió como logotipo y símbolo de la asociación y aún hoy es muy reconocible para muchos guipuzcoanos.

Los entendidos afirman que Paret fue uno de los mejores exponentes del rococó español, pero ser coetáneo de Goya le perjudicó y, en su época, no llegó a ser tan célebre.

Paisaje San Sebastian, obra de Luis Paret