i el calendario de Euskal Trenbide Sarea (ETS) sobre las obras del soterramiento del Topo se cumplen, este mes se derribará uno de sus edificios más emblemáticos: la Azoka. El mercado de abastos comenzó a funcionar en 1928 y a comienzos del siglo XXI se reconvirtió en un equipamiento sociocultural.

El distrito de Antxo se empezó a construir en los terrenos ganados a la marisma; no obstante, según se recoge en el libro Pasajes Ancho de Carlos Yarza Sala, la urbanización quedó interrumpida por el obstáculo que presentaba el depósito de aguas, popularmente conocido como La Charca, en el lugar en el que actualmente está la Alameda.

El alcalde José Yarza Elola decidió abordar el problema que tenía una doble vertiente: el saneamiento, ya que La Charca era el vertedero de las aguas fecales, y continuar con el desarrollo urbanístico del distrito.

En el proyecto se contemplaba el relleno del depósito y la construcción en su superficie de una Alameda y la construcción del mercado de abastos.

Para el diseño del mercado o Azoka se contrató al arquitecto Eugenio Elgarresta, quien presentó el proyecto en 1926. El edificio fue inaugurado en 1928 en un acto al que asistieron altos cargos de la Iglesia y de las administraciones de la época.

Sin embargo, las necesidades del distrito fueron cambiando con los años. Así, en el año 1999, el alcalde Bixen Itxaso solicitó la redacción del proyecto de remodelación del mercado para reconvertirlo en un equipamiento sociocultural. El Ayuntamiento contactó con las asociaciones y grupos del distrito para conocer sus necesidades.

No obstante, la rehabilitación del edificio trajo consigo numerosos quebraderos de cabeza al Ayuntamiento de Pasaia. En octubre de 2000, con Juan Carlos Alduntzin como alcalde, se aprobó el expediente de contratación de la obra para la rehabilitación del mercado de Pasai Antxo por un importe de 154.809.737 pesetas (930.425,3 euros), mas la subasta quedó desierta al no presentarse ningún licitador.

Unos meses después se acordó un nuevo expediente de contratación con un presupuesto ligeramente superior al anterior. Aunque tampoco se presentó ninguna empresa, en marzo se llegó a un acuerdo negociado con la empresa Erailan SA por 168.300.000 pesetas (algo más de un millón de euros).

Los problemas no acabaron aquí, ya que durante la intervención se constataron problemas en la estructura y cimentación del edificio y en la recuperación de la fachada. A consecuencia de estos contratiempos, el presupuesto final de la obra, que contó que una subvención de la Diputación Foral de Gipuzkoa a través de los fondos destinados a la regeneración urbanística de Oarsoaldea, se encareció.

Finalmente, la inauguración oficial se llevó a cabo en junio de 2003, poco antes de las elecciones municipales. Sin embargo, el edificio no se pudo utilizar por las humedades, grietas y otros desperfectos; por lo que la nueva alcaldesa, Izaskun Gómez, tuvo que realizar otras obras suplementarias de reforma.

Así, desde 2004, el antiguo mercado de abastos fue utilizado para sede de varias asociaciones y como espacio para desarrollar sus actividades: oficina de Alkartasuna, ensayos de Alkartasuna, Alkarkidea, Alkarkide txaranga, Lagun Artea, musika eskola, Badia antzerki eskola, ludoteca, oficina de Kuadrillategi, muxikoak, Comisión de Fiestas, gimnasia e incluso tenencia de alcaldía.