La reforma de la calle Isabel II en el barrio de Amara está a la espera de recibir los últimos toques de su reordenación. En concreto, está previsto que antes de la Semana Santa se planten nueve ejemplares de Paulownia tomentosa, un tipo de árbol con vistosas flores lilas, que se ubicarán en la mediana ubicaba en mitad de la calzada.

Con el fin de no entorpecer que se puedan abrir los maleteros de los coches que aparcarán en batería contra la mediana, los árboles se situarán junto a las rayas que delimitan las plazas de aparcamiento, según explicaron fuentes municipales.

Además, la tierra vegetal de la mediana se cubrirá con una rejilla plástica, para evitar el barro, y se plantarán flores vivaces en el césped la próxima semana.

La instalación de la rejilla pretende dar respuesta a las quejas de algunos vecinos, que alertaron de que se ensuciarían de barro cuando dejasen sus coches aparcados, con la parte trasera junto a la nueva mediana, y tengan que abrir el maletero pisando la zona verde.

La calle Isabel II, entre la plaza de Irun y la avenida de Madrid, se ha tranformado para dar más espacio al peatón. Las obras terminaron a finales del pasado año, pero quedan aún distintos remates para dar la actuación por concluida.

La obra ha contado con no pocos contratiempos como, por ejemplo, la reciente ruptura de las baldosas colocadas en los pasos peatonales, que quedaron destrozadas por el paso de autobuses, por lo que han sido retiradas y la zona cubierta de asfalto.

Por otra parte, hace un año, los operarios se encontraron con que existía en la zona una tubería de alumbrado público de fibrocemento, un material con amianto, lo que supuso un retraso en la actuación, ya que fue necesario retirar el tubo con medidas especiales.

La reforma de este tramo de Isabel II, un espacio con numerosa vida social por las terrazas de hostelería que se asientan en ella, se adjudicó en febrero de hace dos años a la empresa Urbycolan, con un plazo de 32 semanas.

El coste de la reurbanización era de 890.530 euros y contemplaba ampliar las zonas peatonales y reordenar los carriles de circulación. En concreto, la acera de los números pares ha pasado de los seis metros iniciales a trece. En este lado se ha eliminado uno de los carriles de circulación. En el otro lado, se ha suprimido una fila de aparcamiento.