Se avecinan cambios para el escudo y la bandera de Oñati. El requerimiento que el Registro Foral de Entidades Locales del territorio guipuzcoano realizó en octubre de 2020 al Consistorio, en el marco de la actualización de los datos que reúne sobre los municipios, es el punto de partida del estudio encargado a Eusko Ikaskuntza para rehabilitar ambos emblemas de la villa.

La historiadora María Rosa Ayerbe se ha encargado de analizar las características, detalles y entresijos que a lo largo de su historia han rodeado a estas dos señas de identidad oñatiarras. Fruto de este trabajo, la experta y miembro de Eusko Ikaskuntza ha propuesto una serie de cambios en el diseño de estos símbolos oficiales de la localidad, que mañana serán desgranados por la propia Ayerbe en el acto abierto a la ciudadanía que acogerá Santa Ana antzokia (18.00 horas).

La historiadora guipuzcoana cuenta en su informe que la idea de adoptar un escudo para la villa se remonta a 1770, coincidiendo con la construcción de la casa consistorial. "Unas armerías grabadas en piedra blanca se pusieron en la fachada, abandonando el escudo hasta entonces con la efigie de San Miguel Arcángel", explica Ayerbe. En la nueva imagen, prosigue la experta, "se dio entrada, a mayores y por separado, a los emblemas armeros de ambos bandos (oñacino-Ulíbarri y gamboino-Garibay); el primer y segundo cuartel superiores pasaron a ocuparlos el águila en pleno vuelo en el lado derecho (representativo del bando dominante) y el ciervo en el de la izquierda (el dominado). En el tercer cuartel se situaron las armas tradicionales en las que se representaba la antigua y metafórica leyenda del ciervo y el águila atacante".

En los últimos años (la fecha se desconoce), el Ayuntamiento ha venido haciendo uso corporativo de una versión que "difiere significativamente de la tradicional" y que, en palabras de Ayerbe, "adolece de importantes incorrecciones que deberán ser subsanadas, al no ajustarse a las reglas y principios propios del arte heráldico".

Por un lado, la forma no se adecua al "uso consuetudinario", porque en lugar de ser redondeado por su base, es en punta, propio de otros territorios europeos como Francia. Las pinturas o esmaltes no cumplen con la "primera y la más importante de las leyes heráldicas: no se puede poner metal sobre metal, ni color sobre color", destaca Ayerbe. Además, tal y como recalca la doctora en Historia, la corona representada se asemeja a la sombra de "una corona de Caballero utilizada en Alemania, y en España a la de los Tenientes Generales o los Marqueses, cuando Oñati nunca fue Marquesado sino Condado". "De llevar corona, esta debería ser la Real de España que en la actualidad es la cerrada, propia de los Borbones", apunta Ayerbe. Otras de las modificaciones planteadas elimina el adorno vegetal de hoja de laurel situado en la parte inferior.

SIN CORONA

A propuesta de la Corporación municipal se ha eliminado del escudo la corona real. En cuanto a la bandera, tendrá forma rectangular (la actual de estandarte) y suprimirá el lema Bikain eta Leiala Hiri Oñati; condición que en el siglo XVI el Rey dio a todas las villas de Gipuzkoa. Todos estos cambios permanecen en exposición pública hasta finales de mes para que puedan presentarse alegaciones. Superado este trámite, el nuevo escudo y bandera se aprobarán en el Pleno de abril.