a participación y los nuevos modelos de gobernanza con conceptos con los que cada vez más se esfuerzan en trabajar las instituciones. El Ayuntamiento de Tolosa está dispuesto a dar un paso más y se dispone a poner en marcha un innovador proceso deliberativo, que se realizará en torno a un reto o problema público elegido por el Ayuntamiento. El proceso arrancará en enero y participarán los y las tolosarras elegidos por sorteo, garantizando la diversidad de los y las tolosarras entre los participantes.

El consistorio ha firmado esta semana un convenio de colaboración con el Laboratorio de Innovación Social, Arantzazulab. El objetivo del proyecto es iniciar un proceso deliberativo representativo con la ciudadanía. Como novedad o particularidad, en el proceso participará un grupo de personas ampliamente representativo elegido por sorteo cívico.

La alcaldesa, Olatz Peon, defiende que la participación, la comunidad y la colaboración son "ejes y valores fundamentales para involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones y seguir construyendo juntos y juntas nuestro futuro". Así, con la puesta en marcha de esta iniciativa se persigue "avanzar en los nuevos modelos de gobernanza mediante nuevas estrategias más eficaces, participativas y consensuadas y sobre todo, hacer frente a las necesidades actuales y los retos futuros que tenemos como municipio desde la alianza y la colaboración, junto con la ciudadanía".

La directora general de Arantzazulab, Naiara Goia, explica que el programa que se pondrá en marcha en Tolosa es "una primera iniciativa de experimentación a nivel municipal para mostrar la influencia positiva que tienen estos procesos en la relación entre las instituciones públicas y la ciudadanía". Después, se analizarán las formas de replicar y difundir esta experiencia en otros municipios.

Un problema público

Participantes por sorteo

En enero se diseñará el proceso y la corporación municipal definirá la pregunta concreta sobre la que se deliberará, que deberá plantearse con un lenguaje claro y que pueda entenderse por la diversidad de la ciudadanía, y estará vinculada a un problema público concreto.

A continuación, se realizará lo que han llamado "sorteo cívico" para realizar una selección aleatoria de participantes. En cuanto a las fases, como en todos los procesos de deliberación representativos, un grupo de personas, que ha de representar la diversidad de la comunidad, analizará la información, deliberará para buscar el consenso y desarrollará recomendaciones concretas sobre asuntos de política pública dirigidos a las autoridades públicas. La iniciativa arrancará, por tanto, en enero de 2022 y se prolongará hasta la primavera de 2023.