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La carretera de Kanpazar se ensanchará el próximo año

Se actuará en los últimos 926 metros hasta el límite de Gipuzkoa y Bizkaia

- El único y sinuoso tramo con dos carriles de casi un kilómetro de longitud en la subida a Kanpazar desde Arrasate se someterá el próximo año a una importante mejora que, según anunció ayer la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, brindará "una mayor seguridad" a los numerosos automovilistas y transportistas que a diario atraviesan este trayecto de la N-636 (Beasain-Durango). Las arcas forales invertirán 1,2 millones de euros en ensanchar el recorrido que discurre entre el merendero Sara y el alto que marca la frontera con Bizkaia.

El tercer carril de subida entre Epele y el puerto de Kanpazar muere en territorio guipuzcoano una vez de superar sus 4,5 kilómetros, a la altura del citado restaurante. A continuación, hasta el límite de Gipuzkoa y Bizkaia quedan otros 926 metros del trazado antiguo que es donde se va a intervenir.

La actuación que va llevarse a cabo, previsiblemente a partir de otoño de 2022 y con un plazo de ejecución de seis meses, ampliará la plataforma de la vía hasta los nueve metros, con una calzada de siete metros de anchura y un arcén de un metro a cada lado pensado, sobre todo, para los ciclistas. "Los trabajos de ampliación se realizarán prácticamente en su totalidad en el lado izquierdo de la carretera, en sentido a Elorrio. El perfil longitudinal, sin embargo, apenas variará, a pesar de que se van a acometer pequeñas correcciones que van a suponer una mejora sustancial de las condiciones de seguridad", recalcó la titular de Infraestructuras Viarias.

Oiarbide se refirió, asimismo, a la vieja aspiración del corredor de Kanpazar, un proyecto para desdoblar la actual ruta que establece el límite entre Gipuzkoa y el municipio vizcaino de Elorrio, y que a día de hoy es la asignatura pendiente para rematar la Beasain-Durango (N-636). Aunque en su día se habló de un túnel para la comunicación entre ambos territorios, las directivas europeas actuales establecen que "no sería uno solo, sino dos en cada sentido por cuestiones de seguridad", indicó la diputada foral. Esta solución supondrá un "mayor impacto medioambiental" y un incremento importante de la inversión, que superará los 120 millones de euros que se estimaron en un principio.

Las viejas intenciones cogerán peso, por tanto, en el proyecto de alternativas que las diputaciones de Gipuzkoa y Bizkaia han acordado desarrollar. "Se tienen que analizar todos los parámetros: afecciones y obstáculos ambientales, las soluciones más adecuadas y el coste", avanzó Oiarbide. Este proyecto de estudio se empezará a redactar en 2022.

Pero hasta que el corredor se haga realidad -pasará tiempo para ello- el ente foral guipuzcoano ensanchará el último kilómetro pendiente hasta la muga con Bizkaia. Mientras tanto, su homólogo vizcaino ya ejecuta el tercer carril del lado que le corresponde, cuya segunda fase se iniciará a finales de este año.

Los trabajos se acometerán en el tramo de dos carriles de circulación de la N-636, que parte a la altura del merendero Sara, en Arrasate