Miren Santakruz, Sabina Arruabarrena, Manoli Zabalegi y Miren Pérez fueron las protagonistas de la inauguración oficial del parque fluvial de Astigarraga que tuvo lugar el pasado viernes. Estas cuatro mujeres, hijas de lavanderas, ayudaron a sus madres en este desaparecido oficio y fueron en representación de todas aquellas mujeres que hacían la colada en varios puntos de Astigarraga, entre ellos el Urumea. Por ello, este parque está dedicado a ellas, por lo que lo han bautizado como Andre Gobadarien Parkea.

“Era un trabajo muy duro, en invierno tenían que estar metidas en las frías aguas y tenían que acarrear mucho peso”, explicó en el acto Esti Neira, concejala del Ayuntamiento. De hecho, para conocer cómo era este trabajo se ha colocado un panel informativo en el parque, en el que se han recopilado testimonios de las lavanderas y fotografías de la época.

“Al tratarse de un trabajo femenino, siempre ha estado escondido, no ha recibido el reconocimiento que se merecía y por eso hemos querido dedicarles un pequeño homenaje a todas ellas y hemos invitado a estas cuatro vecinas en su representación”, añadió la edil. Los alumnos de sexto de Educación Primaria se encargaron de entregarles un ramo de flores y les cantaron unos versos que habían escrito en la ikastola de Astigarraga.

El mismo día se aprovechó para inaugurar la escultura Ur Gardena de María José Lacadena, presente también en el acto junto a varios de sus familiares. La artista decidió presentarse al concurso por la “impresión” que le produjo “conocer la existencia de estas mujeres que realizaban un duro trabajo tan esencial como cotidiano, sin ningún reconocimiento especial por parte de la sociedad”. “Me emocionaron mucho las fotos antiguas que vi de lavanderas, que tenían que tener mucha fuerza”, añadió convencida. Además, la escultora oriotarra también conoció este oficio en su pueblo natal. Desde un principio, Lacadena tuvo claro que tenía que representar los utensilios de trabajo.

El primero de ellos es la tabla de lavar, elevada sobre cuatro patas a modo de caballete y metida en el río, elemento característico de esta zona del río Urumea. Junto a ella aparece el balde que utilizaban para transportar la ropa y ponerla a remojo, representado a través de un plano curvo que simboliza movimiento.

“Es importante que estos tres elementos, mujer, tabla y agua, estén unidos. La mujer está unida a la tabla y al río, como cuando se inclina para aclarar la ropa y levanta los brazos hacia arriba, para sacar la ropa del agua, representados formalmente en ese plano curvo en el que está integrada la lavandera”, apostilló la escultora.

Además de las piedras del río, sobre la hierba se extienden dos siluetas de un pantalón y una camisa en cuyo interior se han plantado flores blancas de invierno. Estas flores se cambiarán según la estación del año, pero siempre serán blancas para simbolizar la limpieza.

La escultura está fabricada en acero inoxidable brillante, ya que es un material resistente a las inclemencias del tiempo y adecuado para las esculturas de exterior.

En resumen, “hay un referente simbólico que subyace en el pensamiento conceptual de la obra; es el concepto de limpieza en el sentido más amplio de la palabra, refiriéndose a la purificación de la suciedad, de la ropa, de la persona, del alma, que se purifican mediante el agua”, concluyó Lacadena.

Por su parte, el alcalde, Xabier Urdangarin, destacó la estrecha relación que Astigarraga tiene con el río Urumea, un vínculo que se puede comprobar en el puente de Ergobia, cuyas primeras referencias son del siglo XVI.

El alcalde reconoció que por la climatología adversa se había tenido que posponer dos o tres veces la inauguración oficial. A ella hay que sumar que en periodo electoral no se pueden llevar a cabo este tipo de actos. De hecho, el parque ya estaba abierto al público desde mediados de octubre.

El parque Andre Gobadarien Parkea abarca el espacio comprendido entre el barrio de Urumea Berri y el río Urumea, desde Ergobia hasta el polígono industrial de Bidebitarte. Con este nuevo espacio para el esparcimiento se han logrado cuatro objetivos: un desarrollo urbanístico, una intervención contra las inundaciones, una nueva oferta para el ocio y recuperar el hábitat natural del río.

En este sentido, se eliminaron especies invasoras y se plantó vegetación y flora autóctona (1.260 unidades), estableciendo las condiciones para recuperar la fauna.

No obstante, el parque fluvial es un espacio con un gran riesgo de inundaciones, por lo que desde el Consistorio solicitan la máxima responsabilidad y precaución en el parque en su conjunto y, de forma especial, en las zonas más cercanas al río. En situaciones de alto riesgo se instalarán señales de peligro y de prohibición de acceso al parque.