urretxu - ¿Por qué decidió estudiar Periodismo?
-Cuando tenía unos 14 años, en la televisión veíamos día y noche al corresponsal en la guerra de El Salvador. No sé por qué, decidí que mi oficio iba a ser ese. De todos modos, mi trayectoria ha sido muy distinta. He trabajado muy muy poco fuera.
¿Siempre quiso trabajar en la televisión?
-Siempre me ha llamado la atención la televisión. La imagen tiene mucha fuerza. En un vídeo de minuto y medio se puede transmitir una información muy potente. Tuve ocasión de trabajar en la radio, pero elegí la televisión.
¿En qué programas trabajó antes de empezar a presentar ‘Gaur Egun’?
-En los programas Bizkaia Directo, Noticias para América y El Punto y en la corresponsalía de Navarra. Noticias para América estaba dirigido a los vascos de la diáspora, para que recibiesen las noticias de Euskal Herria desde nuestro punto de vista.
¿Está a gusto en ‘Gaur Egun’?
-Muy a gusto, pero todo va demasiado rápido. Nos come el día a día. Me gustaría poder profundizar más en los temas.
¿Han cambiado mucho los informativos estos últimos años?
-Cuando comencé en ETB, no había ordenadores. La única herramienta que teníamos para contrastar una noticia era el teléfono. Era más difícil trabajar, pero la información era más rigurosa. Hoy en día, para cuando una noticia sale en ETB, ya está en las redes sociales y en Internet. Por lo tanto, la gente quiere otra cosa. Por otro lado, se les da mucha importancia a noticias de poca importancia. Son espectaculares, pero no son noticias. Los informativos tienen un punto de espectáculo.
¿Nota que eso está sucediendo también en ETB?
-ETB es una televisión pública y, por lo tanto, debe cumplir una función. Pero si resultamos aburridos, la gente huirá de nosotros. De todos modos, no podemos olvidar nuestro carácter público.
¿No cree que los deportes ocupan un espacio excesivo en los informativos?
-Los informativos de hoy en día son muy largos. Teleberri, de ETB2, dura más de una hora y el espacio destinado al deporte es muy largo. El deporte también tiene mucho peso en ETB1 pero ofrece muy buenas audiencias. Además, nosotros somos los únicos que prestamos atención a nuestros deportes. Es nuestro deber. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer?
Lleva muchos años en el oficio. ¿Recuerda alguna anécdota en especial?
-El directo más surrealista es el que hice desde un gallinero. Mientras hablaba, las gallinas estaban picoteando mis piernas. En otra ocasión, fuimos a informar de la crecida del río Arga en Pamplona. Hacía mal tiempo y nos cobijamos en el coche, dejándonos el maletín de trabajo en un banco. Una mujer vio el maletín y llamó a la policía. Conseguimos convencer a los policías de que éramos de la televisión solo unos pocos segundos antes de entrar en directo.
¿Cuál es la mejor noticia que ha dado?
-El anuncio del final de ETA. Cuando comencé había muchos atentados y nos tocó vivir años muy duros. Poder dejar atrás todo eso y construir una nueva sociedad fue muy gratificante.
¿La peor noticia que ha dado?
-Hace once meses perdí a mi hijo. Me ha tocado dar muchas noticias de ese tipo, pero desde que se fue mi hijo las doy de otra manera. Soy consciente de lo que hay detrás de todas esas noticias. Antes las vivía con una mayor frialdad.
¿Qué noticia le gustaría dar?
-Que los jóvenes de Altsasu han quedado en libertad y que se ha hecho justicia. Me gustaría dar esa noticia, pero desgraciadamente es muy tarde para esos jóvenes.
Vive en Sakana, pero sigue siendo un urretxuarra de pro. Sigue viniendo a fiestas todos los años.
-Nuestra cuadrilla ha ganado en cuatro ocasiones el concurso gastronómico y en otras cuatro se ha llevado el premio a la mejor presentación. Antes los cocineros éramos Imanol Jauregi, Iñigo Altzelai y yo. Desde que trabajo los fines de semana, me es difícil cambiar de turno y llego por la noche a Urretxu. Pero nunca fallo.