En 1968 no había ninguna tienda de ropa de niños en Zumarraga. Aquel año se abrieron dos: Baby y Mavi. Baby, además de la moda infantil, trajo el inglés al pueblo: el nombre de esta tienda fue la primera palabra en inglés que aprendieron muchos vecinos. Baby cumplió medio siglo en 2018, pero el aniversario les pilló en obras y lo celebrarán el viernes que viene. Habrá talleres, juegos y regalos para los niños.

La tienda la abrió una mujer valiente y emprendedora: Vicenta González de Audikana. En la actualidad la regenta su nuera, Karmele Azkarate. Ella y su marido, Enrique Mendiola, recuerdan que al principio en la planta de arriba vendían ropa y en la de abajo zapatos. La ropa era para niños y jóvenes: de 0 a 20 años. A los pocos años, comenzaron a vender también cochecitos para niños. Para ello, alquilaron el local de al lado. “En aquella época no había mucha oferta de ropa y menos aún de cochecitos. La gente iría a Donostia a comprarlos”.

Poco a poco fueron reduciendo el número de tallas y en la actualidad venden ropa para niños de 0 a 4 años. Azkarate comenzó a trabajar con la que sería su suegra cuando tenía unos 20 años. Desde entonces, el negocio ha cambiado mucho. “Todo ha cambiado mucho. También la manera de vestir. Ahora la ropa es mucho más de sport. La puericultura también ha cambiado mucho. Antes había cuatro cochecitos y los cuatro eran iguales. Ahora hay 400 marcas, tanto en ropa como en puericultura”.

Ha sido con esta última reforma cuando han decidido vender prendas solo para niños de 0 a 4 años. “Cuando los niños son pequeños la ilusión es máxima y se gasta más. Además, se hacen muchos regalos. Es raro que se vaya a Donostia para hacer un regalo. Además, si quieren cambiar el producto hay que volver a salir del pueblo. De 4 años en adelante, las grandes cadenas están haciendo mucho daño”, comentan.

En cuanto a los carritos para bebés, no tienen competencia en varios kilómetros a la redonda. “Se han cerrado todas las tiendas de los alrededores: Bergara, Goierri... Hay que ir casi hasta Donostia. Hemos pensado en especializarnos aún más en ello, pues tenemos buenas marcas y nos va bien”.

En los artículos de puericultura también ha habido un gran cambio. Antes se vendían cochecitos y cunas y ahora hay muchos más productos: sillas de auto, mochilas, termos, bañeras... Uno de los productos estrella es la silla para autos. “Esta amplia gama de artículos compensa un poco el descenso de la tasa de natalidad. Antes era sota, caballo y rey: cuna de madera y de latón y cochecito. Se ha tomado conciencia de la importancia de llevar bien seguros a los niños en los automóviles y hay sillas de auto que cuestan 500 euros. Si hace 10 años nos dicen que íbamos a vender sillas de auto de ese precio, no nos lo hubiésemos creído. Además, son las que más se venden. Antes íbamos seis en un coche y los niños iban en el regazo”.

Azkarate y Mendiola comentan que se han visto obligados a especializarse. “En un pueblo es más complicado que en una capital. Necesitamos atraer a gente de otras localidades, pero para el fin de semana es más atractivo ir a una capital y pasar allí la tarde. El concepto de compra ha cambiado. Antes el sábado era el día en el que más se vendía. Venía toda la familia a la tienda. Ahora van a pasar el día a algún lado y si se tercia compran algo. Además, se le daba más importancia a la ropa. Ya no hay ropa de domingo...”.

Agradecidos Azkarate y Mendiola quieren dar las gracias a todos los clientes que han tenido durante estos 51 años y, sobre todo, a los actuales. Para ello, han organizado una fiesta. Será el viernes que viene, de 17.00 a 20.00 horas, en el exterior de la tienda. La fiesta estará dirigida a los niños. Habrá talleres, juegos, sorteos... y un photocall.

En la fiesta de la tienda que trajo el inglés a Zumarraga no podía faltar el photocall. “En aquellos tiempos no se hablaría mucho inglés en Zumarraga. Y euskera tampoco, porque no dejaban. Igual por eso eso le puso un nombre inglés a la tienda”, comenta el hijo de Vicenta.

Su esposa añade que los zumarragarras nunca han pronunciado el nombre de la tienda en inglés. “Siempre se le ha llamado Babi. En cierta ocasión, un representante que buscaba nuestra tienda empezó a preguntar por Beibi (la pronunciación de Baby en inglés) y se volvió loco. Nadie caía en la cuenta. Hasta que una mujer le dijo que la tienda no se llamaba Beibi, sino Babi”.