Cecilia G. de Guilarte, Mary Zagala, Pilar Garciandia, Miren Clemente y Elixabete Nosellas son las tolosarras protagonistas de la exposición Emeek emana, que recoge la labor activa que tuvieron las mujeres en el contexto histórico del franquismo, a partir de 1936. La muestra que puede visitarse estos días en el Palacio Aranburu presenta narraciones de la época de la guerra y del franquismo con rostro de mujer.

La exposición itinerante está formada por fotografías de Mauro Saravia hechas entre los años 2015 y 2016, durante las conversaciones realizadas por la asociación cultural Intxorta 1931 para escribir las biografías de 63 mujeres.

Narraciones sobre la zona de guerra, el exilio, la tortura, la cárcel, la represión y las estrategias para sobrevivir, el planteamiento y el activismo para la estructura social organizada son algunas de las cuestiones que se abordan. Con esta iniciativa, que apoya la Diputación y el Ayuntamiento de Tolosa, Intxorta 1937 quiere incidir en la “importancia decisiva” que tuvieron las mujeres en la sociedad en aquella época de convulsión, cambio y gran injusticia. “La realidad va más allá de las lucha entre las trincheras. Trata de la memoria, historia y capacidad creativa e innovadora de las mujeres, recorriendo una historia que no ha sido contada”, asegura Julia Monge, miembro de Intxorta 1937.

Referencia a cinco mujeres tolosarras

Forman parte de la exposición cinco mujeres tolosarras. Una de ellas Cecilia G. de Guilarte (Tolosa, 1915). Fue escritora y la única mujer que trabajó como periodista en el Frente del Norte. Exiliada a Francia y posteriormente a México, fue profesora en la Universidad de Sonora y autora de una amplia obra literaria. Tras su regreso, fue crítica literaria de La Voz de España.

Mary Zagala de Carranza (Tolosa, 1913) es otro de los nombres propios de la exposición. Trabajó en la oficina de Manuel de Irujo, en la sede del Gobierno Vasco en Cataluña. Marchó al exilio, primero a Francia y luego a Venezuela, y fue miembro de la Emakume Abertzale Batza. En Caracas impulsó el Centro Vasco y allí trabajó junto a Carranza, con su marido, que fue representante del Gobierno Vasco en el extranjero.

La muestra también reconoce la figura de Pilar Garciandia Ancín (Tolosa, 1919). Afiliada a las Juventudes Socialistas, fue falsamente denunciada y detenida, y le impusieron una pena de cárcel de 12 años y un día. Con solo 17 años, conoció las cárceles de Tolosa y Ondarreta, y el asilo de San José. En 1940, tras la revisión de su causa, le concedieron la libertad provisional.

Elixabete Nosellas Zabaleta (Tolosa, 1959) es otro de los referentes. La tolosarra fue detenida y torturada en el cuartel de Tolosa cuando solo tenía 16 años, y enviada a la cárcel de Martutene aunque era menor de edad. Gracias a su testimonio y al de otras personas, ha sido posible interponer una querella contra el jefe del cuartel, el ex capitán Jesús Muñecas. Hoy en día es la coordinadora del grupo de danza Alurr.

Por último, la iniciativa se hace eco de Miren Clemente Lozares (Tolosa, 1943). Fue militante de las JOC (Juventudes Obreras Católicas) y jurado de empresa en la Papelera Guipuzcoana de Zicuñaga S.A. En 1967 participó activamente en la primera huelga por reivindicaciones laborales en Hernani. Fue despedida y acusada de instigadora, y ni ellas ni sus compañeras fueron readmitidas.

La exposición Emeek emana podrá visitarse en el Palacio Aranburu hasta el 20 de noviembre, de martes a sábado, de 17.30 a 20.30 horas. Además, todos los testimonios se pueden leer en el catálogo de Mauro Saravia.