arrasate- De los 126 kilómetros que conforman las conducciones y redes de agua potable del municipio, algo más de 1,3 kilómetros son tuberías de fibrocemento que contienen amianto. Estos son algunos de los datos que se desgranaron en el Pleno celebrado el martes a tenor de la moción que presentó Irabazi en la que, entre otras cosas, se instaba al equipo de Gobierno arrasatearra a que elabore un mapa para identificar los puntos que concentran este material, además de establecer un cronograma para su eliminación de las infraestructuras públicas.
En 2001 el Gobierno español emitió una orden que prohíbe el empleo y comercialización de las fibras de amianto, un material altamente cancerígeno que tuvo un gran uso entre 1940 y finales del siglo pasado. A pesar de la normativa, según insiste Irabazi en su escrito, “aún quedan millones de toneladas” de este mineral que pueden suponer un potencial riesgo para la salud, a través de su inhalación y deglución, en este último caso al ingerir alimentos o líquidos contaminados con asbesto (amianto), como el agua que fluye por tuberías de fibrocemento.
Irabazi localizó su exposición en Arrasate y para ello puso el acento en la aparición en los últimos años de dos depósitos de fibrocemento “de los que no existía constancia”; uno en el inmueble que acogió un negocio de lavandería en Munar (se derribó para urbanizar la zona) y más recientemente en el edificio de Aprendices, durante la ejecución de las obras de Juan Arzamendi Musika Etxea. “Ambas circunstancias han puesto en evidencia la necesidad de acometer un mapa de amianto ante el posible peligro de un tratamiento inadecuado de estos materiales”, defendió el edil Juan Luis Merino.
En cualquier caso, la moción presentada por Irabazi no consiguió salir adelante por el rechazo de jeltzales y socialistas, que aventajaron con tres votos en contra (un total de once) a los ocho a favor de la oposición (EH Bildu -faltaron dos de sus concejales-, Baleike e Irabazi).
actuaciones previstas Durante su intervención, el edil Óscar García, que dijo hablar en nombre del equipo de Gobierno, apoyó el contenido de la citada moción, pero “no las formas” en las que había sido presentada. En este contexto, reprochó a Irabazi que no llevara el tema a la Comisión de Servicios “para poder analizarlo”.
El portavoz socialista detalló, asimismo, que de los 126 kilómetros que componen la red de abastecimiento local de agua potable, 84 kilómetros se canalizan por medio de tuberías de fundición dúctil, 41 son de PVC y los 1.335 metros restantes son de fibrocemento o uralita. Este último material se encuentra en los sistemas de conducción de los barrios de Garagartza (690 metros), Gesalibar (225) y Mea-tzerreka (180), así como en la sede de Laboral Kutxa (240).
García aseguró, a su vez, que los casos de amianto detectados se han resuelto con el correspondiente protocolo para su tratamiento y retirada. “Otros proyectos que está previsto llevar a cabo en los próximos años, por ejemplo la obra que se ejecutará en la subida a la sede de Laboral Kutxa, sustituirán la uralita de estas conducciones por otro material que no suponga un riesgo para la salud pública de los trabajadores y de la población en general”, sentenció García.