Con acento italiano y corazón eibarrés

todas las grandes marcas dedicadas a la fabricación de vehículos a motor (Porsche, Ferrari, Harley Davidson, Yamaha, Honda...) cuentan con sus incondicionales y eso mismo pasa con las emblemáticas Lambrettas, unas motos que a pesar de pronunciarse con un claro acento italiano tienen corazón eibarrés.

La gran cantidad de adeptos con los que cuenta la firma eibarresa que inició su andadura en el año 1953 (la fábrica estuvo ubicada en la avenida Otaola) se volverá a poner de manifiesto este próximo sábado, que será cuando la ciudad armera acogerá una nueva edición de la concentración que desde hace ya tres lustros organiza anualmente el club Lambretta Eibar.

A la de este año acudirán lambretteros de toda Euskadi, pero también de otras muchas comunidades autónomas del Estado como Valencia, Cantabria o las dos Castillas.

En cualquier caso, en la ciudad armera ya está todo listo para la gran fiesta anual de las Lambrettas, cuyo olor se percibe desde hace varias jornadas en el entramado urbano.

No en vano, los escaparates de 27 establecimientos comerciales eibarreses exponen estos días otros tantos vehículos de la inmortal marca. Con la particularidad de que otros muchos comercios que carecen de espacio para las máquinas muestran carteles y fotos antiguas con las Lambrettas como protagonistas.

Sea como fuere, la concentración del sábado arrancará con una exposición de las motos participantes (de 10.00 a 12.00 horas en Untzaga) y continuará con una marcha por las calles de la ciudad que llevará a los moteros hasta San Cristóbal y desde allí hasta el alto del Kalbario, donde se celebrará una comida de hermandad.

Tras reponer fuerzas, la comitiva se desplazará al alto de Trabakua para homenajear (18.00 horas) al trabajador de Lambretta Enrike Mugarza (hizo labores de moto-enlace en doce vueltas ciclistas a España) y regresará a Eibar para disfrutar del concierto de las fiestas de San Cristóbal.