Un huevo azul es casi tan raro como un perro verde, pero existir, existe. Lo pone una gallina chilena: la araucana o mapuche. Las araucanas no dan tantos huevos como las autóctonas, por lo que no están muy extendidas entre nosotros. De todos modos, hay algunos criadores. Entre ellos está el piloto de rallies legazpiarra Jon Etxeberria, que se ha aficionado también a este mundo.
Etxeberria cuenta que conoció estas gallinas durante unas vacaciones en Galicia. Le llamaron la atención y decidió traer varias al caserío de su suegra. “Las traje en noviembre, con cuatro meses. Suelen empezar a poner huevos con unos seis meses, pero ha hecho tan mal tiempo, que hasta marzo no empezaron. Cuando vi el primer huevo azul me hizo mucha ilusión”. Por si fuera poco, hace algunas semanas una gallina tuvo pollitos.
Etxeberria se ha puesto en contacto ya con otros criadores de gallinas araucanas. “Somos unos cuantos. Hay criadores en Tolosa, en Zaldibar, en Tudela... Además, existe una asociación en la que te prestan ayuda y te aclaran las dudas. Estoy aprendiendo”.
Los huevos de las araucanas, además de tener un aspecto original, son saludables. “No tienen colesterol. Además, dicen que tienen más nutrientes que el resto de los huevos. Los de las araucanas son más pequeños, pero el contenido es prácticamente del mismo tamaño. De hecho, la yema es más grande. Por otro lado, duran más, pues tienen la cáscara más dura. Me he acostumbrado a romper estos huevos y cuando cojo los corrientes tengo que andar con cuidado para no destrozarlos”, comenta.
No es fácil encontrar estos huevos y son más caros. “Ponen menos huevos que el resto de las gallinas, por lo que son más caros. Las otras ponen un huevo al día y estas uno cada día y medio. Además, las gallinas también son más caras. Mientras las otras cuestan unos 5 euros, estas cuestan 40. Pero comer, comen tanto como las demás... La gente las compra por capricho. En Euskadi no conozco a nadie que tenga una granja de gallinas araucanas”.
Su intención era que las araucanas convivieran con las autóctonas, pero le resultó imposible. “Mi intención era que de día estuvieran juntas, pero empezaron a picotazos y las separé. La verdad es que es mejor: si el gallo se lía con las otras...”.
El de las gallinas, igual que el de los automóviles, es un mundo. De hecho, en la web hay muchas páginas dedicadas a las gallinas araucanas. Según se recoge en la web Araucana Club de España, el origen de estas aves ha planteado numerosos interrogantes. Hay que tener en cuenta que como los mapuches no tenían escritura, no hay registros precolombinos sobre esta gallina.
Unión de dos razas Algunos estudiosos creen que la gallina araucana proviene de la unión de dos razas que el pueblo mapuche conocía desde tiempos inmemoriales y que mantenía en estado de semicautiverio: la llamada collonca, cuya característica era el no tener cola y poner huevos de color azul, y la denominada quetra, que además de carecer de cola y poner huevos de color azul, poseía aretes.
Pero..., ¿por qué ponen huevos azules? Este color se forma por el depósito de pigmentos derivados de la bilis, en particular la biliverdina. La biliverdina es un componente importante de la cáscara de los huevos de las aves y existe una concentración significativamente más elevada en las cáscaras de huevos azules que en cáscaras de huevos marrones.