donostia. Hace poco más de un mes se puso en marcha el sistema OTA en la parte alta del barrio de Egia, readecuándose su funcionamiento en la parte baja, por lo que ya todo el barrio cuenta con un sistema de estacionamiento regulado.
Durante este tiempo no han sido pocas las voces que han criticado lo que han considerado que es una reserva excesiva de plazas para la OTA comercial, por lo que el Ayuntamiento ha optado por reconsiderar dicho reparto y reducir el número de huecos reservados a tal fin.
El área de Movilidad, analizando las aportaciones recibidas, ha decidido acometer algunos reajustes en las próximas semanas, algo que la concejala de Movilidad, Pilar Arana, asegura que es una práctica habitual en la ciudad.
“Creemos que la zona comercial está sobredimensionada”, señaló Arana, que anunció que en breve la OTA comercial se limitará a las zonas de Duque de Mandas y calle Egia, mientras que en Virgen del Carmen y Ametzagaña llegará solo hasta Iruresoro. El resto de las zonas comerciales se eliminarán y pasarán a ser de sistema mixto, donde las personas residentes podrán aparcar haciendo uso de la viñeta.
“Desde un inicio pensamos que la OTA comercial podría ser susceptible de cambios; nos hubiera gustado esperar más para valorar mejor el comportamiento pero ha habido quejas y hemos decidido reajustar el sistema”, explica Arana desde Alicante, ciudad a la que ha viajado para asistir a un encuentro vinculado con la movilidad. “Si a futuro hay que volver a reajustar, se hace”, añade la concejala, que no descarta poner en marcha una campaña informativa para explicar a los vecinos cuáles son las zonas que pueden utilizar. La fecha de los cambios no está aún decidida, aunque Arana anuncia que será en breve, “en una o dos semanas”.
Y es que entre los vecinos y comerciantes de Egia había coincidencia de pareceres en este sentido. Reme Rolo y su hijo Haritz afirmaron estar “encantados” con que haya OTA. “Cuando volvemos a casa hay sitio para aparcar y eso es una gozada”, asegura Reme, que también valora de forma muy positiva “que Egia está más tranquilo, con menos coches”.
Miren, responsable de la ferretería Eizmendi, se hacía eco de lo que ha escuchado a los repartidores y a un buen número de clientes. “La carga y descarga se ha facilitado mucho y las personas que vienen a comprar pueden dejar el coche quince minutos e irse”. Esos quince minutos, añadió, son “muy necesarios” pero quizá en la parte alta del barrio “no tanto”, dado que es una zona con menos comercio.
En su opinión, que la OTA haya entrado en funcionamiento en Egia ha resultado beneficioso para el barrio, en líneas generales, aunque coincide con la apreciación general de que sobran algunas plazas de OTA comercial. “Pero de quitar la OTA, ni hablar”, subraya.
muchos huecos Aintzane Kortajarena critica que algunas vías muestren un “aspecto vacío”. “Da un poco de pena ver las calles sin un solo coche, que es lo que pasa a algunas horas del día”, añade.
Raúl Cruz, de la librería Jym, dice que por las características de su comercio no ha “notado mucho” los efectos de la OTA, aunque cataloga de “positivo” el hecho de que Egia haya dejado de ser un barrio al que la gente llegaba a aparcar para después dirigirse a su trabajo. “Desde primera hora todos los sitios estaban ocupados”, constata.
En la pescadería Txaro, la titular del negocio, Arantxa, y las clientas, debaten sobre el tema. Arantxa reconoce que Ángel, su marido, puede aparcar de forma más sencilla la furgoneta cuando tiene que acudir a realizar los repartos. Pero para un estacionamiento muy prolongado “es muy caro”.
Una vecina de la calle Río Deba califica a la OTA de “sacacuartos”, aunque luego se lo piensa un poco más y reconoce que su hija “aparca más fácil cuando llega a casa, porque antes tenía que dejar el coche muy arriba”.
Ahora el Ayuntamiento se hace eco de la crítica más repetida y reajusta la OTA de Egia.