El ingenio empapó el Carnaval de Tolosa
A más de uno se le llenó ayer la boca de agua en Tolosa, ya que la risa no está reñida con la lluvia y el domingo de Carnaval se desarrolló en un ambiente inmejorable, con carcajadas por todas las esquinas y la única molestia de los paraguas que tapaban los números ideados por las cuadrillas.
La chispa y el ingenio rondaron de nuevo en Zaldunita, en donde se pudo ver cómo un torero transitaba en camilla, con banderillas sangrientas en su trasero al aire, muy cerca de un paso de Semana Santa, con el Dios Momo ejerciendo de santo y aromatizando de incienso las calles.
El tiro a los caballos de feria, con el barraquero animando la carrera mientras el público tiraba bolas, volvió a atraer a mucho público a su alrededor, al igual que la Turkish Ileapaindegia, donde dos peluqueros ofrecían kebabs, hacían mechas y colocaban extensiones a los tolosarras, que leían revistas del corazón. El espacio para fumadores del aeropuerto también encendió la diversión. Un cuadrilátero trasparente lleno de humo, con piloto, azafata y viajeros incluidos, resultó un imán para la risa así como Agirretxe Airlines, una cuadrilla de muchachotes vestidos de la Real que celebraban sus goles deslizándose por una pista de aterrizaje.
Los balcones decorados con sus llamativas faldas y globos daban una nota suplementaria de color a la jornada, que alejaba el gris de las nubes con una paleta gigantesca de tonalidades. Muchos comercios, sin embargo, se escondían de la fiesta y se habían blindado con maderas, quizás para evitar los efectos indeseados de la borrachera nocturna.
El estruendo provocado por la mezcla de decenas de músicas a un tiempo es otra de las características del domingo de Iñauteriak en Tolosa y ayer la mezcla de tecno y reguetón se llevó la palma. Las comparsas bailaron, se mojaron y arrancaron los aplausos del público, que se fijó en muchas de ellas, como en Mobida Tolosarra, Utopic o Aluminium, que llamaron la atención tanto por sus atuendos como por sus coreografías.
El ir y venir de personas disfrazadas llenando la zona más céntrica de la villa fue la constante de toda la jornada. Muchas cuadrillas disfrutaron de lo lindo con sus inventos. Piscineros en albornoz, con sus chancletas y sus gafas, transitaban junto a himalayistas de épocas pasadas o los harrijasotzailes de Danakol Funtziona, que sacaban sonrisas por donde pasaban.
Ertzainas, guardias civiles y legionarios se divirtieron también por las calles de Tolosa y algunos tuvieron que llevarse a Puigdemont, de vacaciones en la villa guipuzcoana. Las últimas novedades del momento no podían faltar y acudió también el gigante de Altzo, el cinematográfico Handia, mientras que el actor Joseba Usabiaga, que encarna en el filme al hermano del personaje, se divertía disfrazado con su cuadrilla. Tampoco faltaron en la fiesta la alcaldesa de Tolosa, Olatz Peón, a la que se vio acompañada de sus homólogos de Donostia y Astigarraga.