“Nosotros tenemos un local aquí y venimos casi todos los días. Como no podemos sacar una viñeta porque no vivimos aquí, nos tocará pagar todos los días”, comentaban Javier y Elena mientras intentaban sacar su tique haciendo malabarismos con el paraguas y la cartera bajo una granizada importante. Ellos confiesan que en la zona alta del barrio solían aparcar sin demasiados problemas, aunque también reconocen que bastante gente aparcaba en Egia para ir luego al Centro.

“Yo trabajo aquí y va a ser una faena”, añadía Inés mientras intentaba familiarizarse con las instrucciones de la máquina expendedora. Su problema es, además, que tendrá que dejar aparcado el coche durante más tiempo que las tres horas permitidas en la zona alta de Virgen del Carmen. “Por lo menos, no es demasiado caro”, añadió, ya que estacionó en la zona verde, es decir, la más económica (en la zona baja del barrio las rayas son rojas, por lo que la tarifa es más elevada).

También Miguel Ángel es un visitante habitual del barrio, ya que sus padres viven en Egia, en la zona más alta. “Yo prefiero que hayan puesto OTA. Es verdad que ahora tendré que pagar, pero por lo menos será más fácil aparcar”, confesaba, al tiempo que contaba que muchas veces le ha tocado “dar vueltas y vueltas” y llegar a aparcar incluso en Intxaurrondo: “Hasta Matigoxotegi suele estar lleno”.

La implantación del estacionamiento de pago había sido una demanda de las asociaciones de vecinos del barrio, que reclamaban soluciones para el problema de aparcamiento en una zona donde muchas viviendas no tienen garajes y que, además, por su proximidad y gratuidad, atraía a muchos coches externos que aparcaban en Egia para acudir a Gros o el Centro. “Había muchos coches de fuera del barrio”, confirmaba Aitor que, tras sacar su viñeta, ayer aparcó en una zona reservada a residentes.

En total, de las 2.227 plazas reguladas en Egia 621 son en exclusiva para los egiatarras que hayan solicitado su viñeta, un total de 1.360. “Las plazas para residentes son un poco justas”, consideraba Aitor, aunque espera que desde ahora haya más huecos también en las plazas de rotación.

Más huecos

Lo cierto es que el primer día de funcionamiento de la OTA las calles centrales de Egia, sobre todo en la zona baja, presentaban una imagen poco habitual en los últimos años, con bastantes huecos libres, principalmente en las plazas destinadas a uso comercial. En ellas se puede estacionar gratis quince minutos para facilitar la rotación, aunque después la tarifa que se aplica es la roja (2,15 euros por hora y media) y solo se permite aparcar durante un tiempo máximo de 90 minutos. Además, en horario comercial las viñetas de los residentes no son efectivas, es decir, también ellos deben pagar, poner el tique y ajustarse al tiempo máximo establecido.

Tras estos primeros días, habrá que ver cómo se va asentando el nuevo sistema y si el aparcamiento deja de ser un problema para los egiatarras.