En Urretxu ya no se habla del tiempo, se habla del gimnasio
Está abierto durante 20 de las 24 horas del día y con 400 metros es el más grande de la cadena infinit fitness
Si hay un tema recurrente, ese es del tiempo. Sirve para romper los engorrosos silencios del ascensor, para hacer más amena la espera en la cola del supermercado... Pero en Urretxu estos días no se habla del tiempo. Y mira que está dando juego, con tanta lluvia y tanta ola gigante. Y si ya no hablan del tiempo, ¿de qué hablan? ¿De la relación entre Gustavo y María Lapiedra? No. En Urretxu estos días se habla del gimnasio. No porque todo el mundo esté haciendo ejercicio para acabar con las funestas consecuencias de los atracones navideños, sino porque han abierto uno digno de Donostia: abierto durante 20 horas al día, aparatos de gimnasia con televisión e Internet, vistas a la nueva plaza de la calle Labeaga...
El gimnasio, de la franquicia Infinit Fitness, lo han abierto el empresario zumarragarra Baltasar Suárez y su hijo Asier. “Había una necesidad importante, sobre todo tras el cierre del gimnasio Magarti. La gente lo estaba demandando y hemos decidido abrir uno que rompe con el estilo tradicional. Nuestro objetivo principal era ofrecer un horario amplio. Está abierto desde las 6.00 hasta las 2.00. Solo cerramos cuatro horas, porque la normativa del Gobierno Vasco nos obliga a ello. Nuestra intención era tenerlo abierto durante las 24 horas”.
Consideran que las costumbres de la gente han cambiado y hay que adaptarse a ellas. “La gente quiere hacer las cosas en el momento en el que le apetece: si quieren venir al gimnasio a las 6.00, que nadie les diga que tienen que venir a las 7.00. Con las compras por Internet sucede lo mismo: a la gente le gusta hacer las compras por la noche desde su casa y recibirlas al día siguiente”.
Su hijo recuerda que cada vez tenemos menos tiempo libre. “Tenemos poco tiempo para lo que no sea el trabajo y la familia y con esta amplitud de horario damos la posibilidad de venir antes de que se levanten los niños o después de acostarlos”.
El horario no es lo único que distingue a este gimnasio. “Tenemos una buena climatización, algo muy demandado por la gente. El tema de la renovación del aire también es muy importante. Entrar en un gimnasio en el que huele a sudor echa para atrás. Aquí huele a limpio. Además, el local está tan insonorizado como una discoteca para no molestar a los vecinos. Por otro lado, los vestuarios son individuales. A la gente no le gusta ducharse con personas de otras edades”.
Aparatos Los aparatos de gimnasia son de última generación. “Todas las máquinas de ejercicio cardiovascular tienen televisión e Internet para hacer el ejercicio más ameno. También tenemos una zona de pesas y otra de pesas guiadas. Además, hemos apostado por el spinning virtual. Vengas a la hora que vengas, puedes dar una clase con un profesor virtual. Así no estás atado a un horario”.
También quieren destacar la amplitud del local. “El nuestro es el primer gimnasio Infinit Fitness de Euskadi y es el más grande de todos. Estamos hablando de 400 metros cuadrados. Las máquinas no están tan pegadas entre ellas como en otros gimnasios y eso nos da la oportunidad de meter alguna más”.
Infinit Fitness abrió sus puertas a finales de diciembre y cuentan ya con casi 200 socios. Hay gente de todas las edades y más mujeres que hombres. Entre los socios, hay vecinos de Legazpi, Ormaiztegi y Antzuola. La gente está respondiendo muy bien y se lo quieren agradecer.
Concluyen diciendo que hay que apostar por los servicios que se demandan en el pueblo. “Parece que hay determinados servicios que solo se pueden ofertar en las ciudades, pero estamos demostrando que no. Muchos socios nos han dicho que este es un gimnasio de ciudad y nosotros no estamos de acuerdo: creemos que los pueblos se merecen tanto como las ciudades”, dice el padre. “En el pueblo se han cerrado muchos negocios, pero hay que intentar seguir ofreciendo todos los servicios del día a día. Sino, nos vamos a convertir en una ciudad-dormitorio”, añade su hijo.